Poco a poco, parece que muchas calles de Alicante borran esa imagen de cagadero de perros. Al menos, las cifras de recogida de estos regalos se reducen a buen ritmo: un 20% este año, a razón de 40.000 deposiciones menos al mes, aunque todavía se encuentran 160.000.

El otro síntoma inequívoco de que algo está cambiando en la sensibilidad de los dueños de estas mascotas es que la Concejalía de Atención Urbana ha repartido desde junio de este año 4,5 millones de bolsas para retirar los excrementos, cuando en el mismo periodo del anterior había distribuido tres millones.

Es decir, que puede haber en torno a un 40% más de propietarios de perros concienciados, según subrayó ayer en el Pleno el concejal del área, Andrés Llorens. Aunque ese porcentaje será algo inferior porque algunos se llevarán más de una bolsa.

Disuasión policial

La explicación de que aumente esta concienciación, según fuentes de este departamento, está fundamentalemente en la presencia de la Policía Local en las calles.

Agentes e inspectores patrullan por rotación en todos los barrios desde hace meses y, sin llegar a sancionar, sí que avisan al vecino que pasea con su perro de lo que debe hacer y le entregan la bolsa, antes de que se produzca la infracción. Además, la primera multa ya puso sobre alerta a muchos. Y ahora son de 200 euros, con la nueva ordenanza.

Si la caca te molesta, atendemos tu protesta. Con este lema, hay una campaña dirigida a los vecinos para animarles a que avisen del problema: «Si ves que no se cumplen las normas y las calles se llenan de cacas, no te calles, atendemos tus quejas en nomascacas@ayto-alicante.es». Y también están los parques para perros.