El registro de últimas voluntades facilita sus trámites y ya alcanza los 3.340 inscritos

  • Se rebajan las exigencias que se exigían hasta ahora y se mejorará la gestión.
  • Algo más de la mitad de los que se inscriben piden que no se les alargue la vida artificialmente.

Los aragoneses que quieran dejar constancia escrita y oficial de lo que desean que se haga con ellos en caso de accidente o enfermedad grave e irreversible lo tendrán a partir de ahora más fácil. El registro de voluntades anticipadas del Gobierno aragonés facilitará los trámites necesarios y desde ahora, en lugar de exigir tres testigos, sólo pedirá dos para alentar a los ciudadanos a utilizar este servicio.

Desde que se puso en marcha a finales de 2003, hace ya cinco años, el registro ha acumulado ya 3.340 documentos de voluntades anticipadas, a un ritmo de algo más de 500 inscritos anuales durante los dos últimos ejercicios. La gestión pasará a depender ahora además del departamento de Salud, lo que supondrá también una mejora en la agilización de los trámites y el seguimiento del mismo. De esta forma, se asegura aún más su funcionamiento tanto en los centros sanitarios públicos como privados para que tomen en consideración las últimas voluntades de los pacientes o enfermos a los que atiendan.

En la mayoría de los casos se trata de mujeres (62,3% frente al 37,6%) y por ahora se usa de manera mayoritaria en las zonas urbanas (83,6%). Algo más de la mitad de los inscritos, el 52,1%, lo utilizan sobre todo para dejar constancia escrita de que no quieren que se les prolongue la vida de forma artificial. El 28,8% aprovecha además para confirmar que quieren donar sus órganos al morir y otro 6,6% donan su cuerpo a la ciencia. La edad media de quienes recurren a este servicio está entre los 40 y los 60 años, según confirma el Salud.

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