La adopción de las futuras decisiones en relación con el desarrollo del Aeropuerto de Hondarribia contarán con la "activa participación" de las autoridades francesas, sobre cuyo suelo sobrevuelan algunas aeronaves que operan en dicho aeródromo.

Según informó la Delegación del Gobierno en el País Vasco en un comunicado, el lunes se reunió en San Sebastián la Comisión Mixta Intergubernamental hispano-lusa, creada en el marco de un acuerdo firmado en 1992 para examinar los aspectos relativos al sobrevuelo del territorio francés por las aeronaves que operan en el aeropuerto de Hondarribia.

En este nuevo encuentro se examinaron diferentes asuntos relativos a la operación del aeropuerto y el estudio de viabilidad para la modificación de su campo de vuelos.

La reunión estuvo presidida por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, y el prefecto de los Pirineos, por parte francesa. Además, contó con la asistencia de representantes de la Dirección General de Aviación Civil, Aena, la Dirección de Calidad y Evaluación Ambiental; del consejero de Vivienda, Obras Publicas y Transportes del Gobierno vasco, Iñaki Arrioal, de la Diputación de Guipúzcoa y representantes municipales de ambos lados de la frontera (Hendaya, Irun, Hondarribia).

Informan a las autoridades francesas

La representación española informó a las autoridades francesas de los estudios realizados, a instancias de una Proposición No de Ley del Congreso de los Diputados, para dotar al aeropuerto de San Sebastián de áreas de seguridad de extremo de pista (RESA's), en un escenario en que quede garantizada la operatividad actual del aeropuerto. El estudio de viabilidad es previo a la tramitación del Plan Director y no prevé ningún incremento de la longitud operativa de la pista de vuelo.

Asimismo, la delegación española aclaró que el número de operaciones que sobrevuelan el territorio francés cumple en cualquier caso con las referencias para el cálculo del ruido producido especificado en el acuerdo de 1992, ya que no se superan las 24 operaciones comerciales diarias, salvo de manera excepcional y poco significativa en menos de un 6 por ciento de los días en el año 2008.

Según las explicaciones de los representantes españoles, en todo caso, actualmente las operaciones que se efectúan sobre territorio francés originan una huella acústica inferior en más de dos terceras partes a la que se contempla como escenario en el propio acuerdo. En consecuencia, la incidencia del ruido ocasionado por las aeronaves ha disminuido "radicalmente" respecto a la situación del año 1992.