En este 2009 ha habido 1.699 solicitudes de inmigrantes que quieren volver a empezar una vida nueva. Han decidido irse de Catalunya a causa de la recesión económica. Oriol Amoròs, secretari d’Immigració, asegura que es una cifra baja: "Si algunos se van es por un fracaso del proyecto vital y se mantienen unidos con su gente".

Refuerza el hecho de que los inmigrantes tienen ahora una tasa de paro que duplica o triplica la de los autóctonos. "No pueden hallar un empleo y sufren graves problemas o marginalidad", según afirma a 20 minutos el director de retorno voluntario de Creu Roja, Eduard Vides.

Y de esas 1.699 peticiones, hasta 1.432 son de aquellos inmigrantes a los que les han abonado el paro que les toca y aceptan que no pueden recuperar la autorización de trabajar y residir en España en unos años. Un 75% está concedido y el resto, denegado o pendiente de resolver por el Ministerio de Inmigración. Las otras 267 solicitudes corresponden al programa de la Generalitat.

Por nacionalidades, destacan Bolivia, Uruguay, Argentina, Brasil y Chile. Según Vides, la mayoría son hombres (un 80%) de 30 a 45 años. Amoròs recuerda que, con la crisis, lo importante no es saber cuántos se van ("son una minoría"), sino acentuar la formación y el reciclaje de los que se quedan en paro y facilitar los trámites a los que se decidan a montar un negocio.