La BBK abrió ayer sus primeras oficinas en territorio guipuzcoano, concretamente en Eibar y Zarautz, con lo que  la caja vizcaína puso en escena la ruptura formal del acuerdo tácito de no agresión que mantenía históricamente con la Kutxa, la caja de ahorros guipuzcoana.

El Tribunal de la Competencia sancionó en 2007 con una multa de 24 millones de euros a ambas entidades –además de la Vital alavesa y la Caja de Ahorros de Navarra– por este motivo, que les impedía captar clientes en territorio vecino. Además, entre otros inconvenientes,  cobraban comisión en sus cajeros a los clientes de las entidades vecinas.

Ahora, las cajas han pasado a la acción. Eso sí, la BBK, al igual que la Kutxa guipuzcoana, ha esperado a que fracasara el intento de fusión entre ambas entidades para afianzarse en el territorio vecino.

La caja vizcaína anunció su intención de abrir en Guipúzcoa hace ya tiempo, pero fue la Kutxa la que dio el primer paso e inauguró una sucursal en Durango a principios de septiembre. A la BBK no le costará hacer clientes en Eibar y Zarautz, localidades con muchos vizcaínos afincados.

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