Los atracadores mantuvieron como rehenes al interventor y al director, que se había incorporado a su puesto el pasado lunes.

El director estaba hablando por teléfono. Cuando los dos hombres le obligaron a tirarse al suelo, él avisó a su compañero, que dio la señal de alarma a la Policía Nacional. Cuando llegaron los agentes, uno de los atracadores agarró al interventor, apuntándole con una pistola en la cabeza, aunque al final varios policías vestidos de paisano lograron detenerlos. Tras lo sucedido, el director de la sucursal explicó que uno de los ladrones había permanecido en la puerta todo el tiempo «para evitar que se viese lo que estaba ocurriendo». La oficina permaneció abierta el resto del día con total normalidad.