La gran crisis de la izquierda europea

  • La crisis económica está debilitando a los gobiernos de izquierda que están en el poder, como ocurre en España y Reino Unido.
  • Otras fuerzas políticas socialistas han perdido apoyos en Europa.
  • Los ciudadanos creen que en la situación actual es mejor contar con una política conservadora, como la de Angela Merkel en Alemania.
Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero, los grandes representantes de la izquierda europea.
Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero, los grandes representantes de la izquierda europea.
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Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero, los grandes representantes de la izquierda europea.

Las últimas encuestas publicadas en España marcan un cambio de tendencia entre los ciudadanos, que ya apuestan claramente por el PP en vez del PSOE en el caso de que ahora mismo se celebraran unas elecciones generales. En concreto, los populares lograrían una ventaja de más de tres puntos sobre los socialistas. Y es que la crisis económica está haciendo mella en el Gobierno, cuya gestión no está siendo bien vista entre la población. Lo demuestra el hecho de que el 61% de los españoles desapruebe las medidas propuestas por el Ejecutivo para salir de la crisis y que más del 80% considera que José Luis Rodríguez Zapatero está improvisando.

Pero el Gobierno español no es el único Ejecutivo socialista al que la crisis le está perjudicando en Europa. Junto a Zapatero, por ejemplo, está en la cuerda floja el primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, quien desde hace más de un año está viendo como su imagen en Reino Unido está por los suelos. Parece que los británicos han visto en la figura del líder de los conservadores, David Cameron, la mejor posibilidad para que el país recupere la mejor versión de su economía. Hay que recordar que los laboristas están en el poder desde 1997, cuando Tony Blair se convirtió en primer ministro.

Tampoco ha ayudado a Brown el reciente escándalo del uso de fondos públicos para gastos personales, y eso en tiempos de crisis, por parte de algunos miembros de su equipo, entre ellos cinco ministros que se vieron obligados a dimitir de sus cargos.

Otro caso vivido en una gran potencia europea es el protagonizado por los socialdemócratas alemanes, quienes lograron en las elecciones celebradas hace apenas unas semanas su peor resultado de la historia. En ese sentido, la canciller, Angela Merkel, 'no notó' la crisis en las urnas y se alzó con una gran victoria.

El año pasado también se vio la caída de la coalición liberal-socialista que gobernaba en Bélgica desde 1999 y en años anteriores otros países como Dinamarca o Suiza ya proclamaron su tendencia a la derecha. Los socialistas también pierden fuelle en Holanda, donde incluso la ultraderecha se ha convertido en la segunda fuerza política del país.

Recientemente, sólo ha habido dos casos que han roto la regla: Portugal y Grecia. En el primero, el socialista José Sócrates ha visto respaldado en las últimas elecciones su mandato logrado hace cuatro años, pero se ha quedado sin la mayoría absoluta conseguida entonces. En el país heleno, el partido socialista de Giorgos Papandreu ha arrebatado el poder a los conservadores con una clara mayoría absoluta. En ambos países, la crisis poco ha importado en el electorado, que se ha decidido más por cuestiones internas que por económicas. Valga el ejemplo de los griegos, que no han reelegido al conservador Costas Caramanlis por, entre otras cuestiones, la pasividad de su gobierno ante las violentas protestas callejeras o en la extinción de los incendios recientes.

La llave del poder

Parece entonces que los ciudadanos europeos están culpando a los gobiernos de izquierda de la situación económica actual, ya sea por la mala gestión de los que ahora están en el poder o por la impresión del electorado de que la crisis es consecuencia de las políticas socialistas que antes gobernaban en Europa. Así, se cree que el conservadurismo es la mejor vía para salir de la crisis. La mencionada Merkel en Alemana y Nicolas Sarkozy en Francia, ambos bien respaldados por sus ciudadanos, lo demuestran.

"Con una crisis económica, cualquier gobierno se desgasta sea cual sea su línea política", comenta José Álvarez Junco, director del departamento de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Universidad Complutense de Madrid. El catedrático confirma que "históricamente, los ciudadanos se han refugiado más en valores conservadores y más seguros para salir de la crisis, aunque tampoco es una norma estricta que siempre se cumple". En ese sentido, recuerda que del crack de 1929 se salío con la llamada 'teoría económica keynesiana', de índole socialdemócrata, que apostaba por la inversión, el consumismo y el endeudamismo fiscal para "lograr una económica más boyante".

Es en Reino Unido y en España donde la izquierda tiene aún sus esperanzas de mantenerse firme en el continente europeo aunque los sondeos que se manejan no le dan mucho futuro. Sólo con el final de la crisis podría tener algún respiro. Mientras, la derecha se frota las manos.

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