Barcelona se compromete a buscar una solución urbanística para la escalinata de la Sagrada Familia en un máximo de tres años

Un parque de Barcelona y detrás la Sagrada Familia.
Un parque de Barcelona y detrás la Sagrada Familia.
MIQUEL TAVERNA
Un parque de Barcelona y detrás la Sagrada Familia.

El futuro de la escalinata que diseñó Gaudí para la Fachada de la Gloria de la Sagrada Familia sigue en el aire, aunque la voluntad de los actores implicados en su construcción es avanzar cuanto antes en el proyecto definitivo. Así lo han constatado este jueves el Ayuntamiento de Barcelona, los vecinos de la zona y los afectados por las obras en una reunión para iniciar las negociaciones con la Junta Constructora del templo. Aunque el encuentro ha terminado sin muchas novedades, el consistorio se ha comprometido a buscar una solución urbanística antes de que acabe este mandato y que cumpla con tres requisitos: que la decisión sea consensuada, que se garantice el derecho a la vivienda y que se acabe con la situación de provisionalidad.

La primera teniente de alcaldía y responsable del área de urbanismo, Laia Bonet, ha explicado ante los medios de comunicación que la voluntad del consistorio es llegar a un acuerdo definitivo en un máximo de tres años porque "tenemos un planeamiento de 1976 que genera una situación de afectación y de provisionalidad que necesitamos que termine". Además, ha dejado claro que en el caso de que se tenga que expropiar o indemnizar a los vecinos afectados, quien debe hacerse cargo de estos gastos es "el beneficiario de la expropiación", es decir, la Sagrada Familia.

Sobre el número de inmuebles que podrían verse afectados, tanto Bonet como los portavoces de vecinos han dicho que no han hablado de eso. De hecho, la responsable de urbanismo ha señalado que, según la decisión definitiva, estos podrían cambiar. Según el Plan General Metropolitano (PGM) de 1976, la construcción de la escalinata podría afectar a 1.020 viviendas de la calle Mallorca.

Los vecinos están esperanzados

Por su parte, los vecinos han salido contentos del encuentro y "esperanzados". No obstante, Salvador Barroso, presidente de la asociación de los afectados por las obras de la Sagrada Familia, se ha mostrado cauto porque, según ha señalado, es el inicio de una negociación que "no es fácil". 

Por otro lado, Gabriel Mercadal, representante de la asociación de vecinos, ha añadido que lo ideal sería que la Junta Constructora del templo también se reuniese con ellos, ya que la única vez que lo hizo fue en 2019. 

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