Los padres de los 123.511 estudiantes que se han quedado sin beca para libros de texto y material escolar están que trinan por el "desajuste" que reconoce la Consejería de Educación al conceder la ayuda a más de 46.000 repetidores que por ley no deberían percibirla, tal y como adelantó 20 minutos el viernes.

Esperanza es una de las afectadas. "Soy madre trabajadora, separada y con una niña de 9 años a la que su padre no le abona la pensión desde hace tres", cuenta esta madre que, pese a ser beneficiaria de la ayuda, no ha podido cobrarla porque "se ha acabado el presupuesto", dice.

"No es la primera vez que pasa, que la cobren los repetidores. Yo tengo un vecino que lo es y se la han dado dos veces, cuando repitió 6.º de Primaria y luego cuando no promocionó en 1.º de la ESO", afirma un padre de San Blas.

"Y yo me he quedado, una vez más, sin ella", confirma, enfadado, E. Pizarro en el correo electrónico remitido a este diario.

La oposición en la Asamblea (PSOE e IU) espera con impaciencia la próxima comparecencia de la consejera Lucía Figar (a petición propia) el jueves para que dé explicaciones.

Retirar la tarjeta prepago

"Esperamos que anuncie una partida presupuestaria para ampliar las becas de este curso y compensar los agravios", afirman desde el PSOE, donde confían en que la Comunidad retire el próximo curso la tarjeta monedero (estrenada este año) y que está generando tantos problemas. Desde IU, incluso, dan un paso más e insisten en la "absoluta gratuidad de los materiales curriculares como única solución".

El director general de becas de la Consejería rehusó contestar a este diario sobre por qué este año se han dado las ayudas a niños repetidores.

Una ayuda polémica y sexista

La tarjeta prepago que este curso ha sustituido al habitual talonario de papel a la hora de cobrar la beca-libros llegó precedida de la polémica. Y no sólo porque se haya concedido a niños repetidores, sino que únicamente las madres pueden hacerse cargo de la vuelta la cole de sus hijos, ya que la tarjeta está expedida a su nombre, como desveló 20 minutos. Nadie más puede comprar material, dejando fuera a padres varones y familiares.