El Follonero la 'arma' en Cuba en el estreno de la 3ª temporada de 'Salvados'

  • Jordi Évole, más conocido como El Follonero, visitó La Habana durante el polémico concierto de Juanes y Miguel Bosé.
  • Le llevó a Fidel Castro un regalo: un chándal de la selección española.
  • Évole asegura que han visto cosas que al gobierno no le van a gustar.
Jordi Évole, alias 'El Follonero', posando en un campo de golf.
Jordi Évole, alias 'El Follonero', posando en un campo de golf.
La Sexta
Jordi Évole, alias 'El Follonero', posando en un campo de golf.

Aguas transparentes, clima cálido y largas playas de arena blanca. Así es Cuba, el marco incomparable elegido por Jordi Évole, El Follonero, para armar barullo. ¿La disculpa? Visitar La Habana, donde se había montado cierto revuelo por el concierto Paz sin Fronteras de Juanes. Claro, que El Follonero sólo tenía permiso del régimen castrista para cubrir el concierto… y tantas horas de vuelo había que amortizarlas de alguna forma. Este será el primer reto con el que Salvados inicia el domingo su tercera temporada en la Sexta.

A pesar de ser el primer programa español no informativo que se acreditaba desde hacía años en La Habana, el equipo pudo moverse con total libertad. "Nos dijeron que el gobierno usaba técnicas un poco sucias como presentarte a mujeres estupendas para comprar el silencio, pero desgraciadamente no ha sucedido", dice Évole.

En su visita a Cuba, el Follonero tuvo detalles con todo el mundo. De hecho, para compensar que a Jorge Moragas, encargado de Relaciones Internacionales del PP, le negaran la entrada en el país se fumó un puro –obsequio de Mariano Rajoy– en la Plaza de la Revolución. También pudo entrevistar a Miguel Bosé y hacerle una petición especial: celebrar un concierto por la paz en Ubrique con el fin de que Belén Esteban y María José Campanario se reconcilien. En medio de esta conversación tan íntima con Bosé aparecerá el actor porno Nacho Vidal haciendo un cameo espontáneo.

A su paso por Cuba, Salvados quiso obsequiar a sus mandatarios y les llevó regalos: un chándal de la selección para Fidel Castro y una camiseta para su hermano Raúl.

En este primer programa la audiencia podrá ver y conocer –de la mano de Yotuel de Orishas– cómo es La Habana auténtica, aquella que no sale en los folletos de las agencias de viaje. "Parecíamos de Callejeros Viajeros, pero sin yonkis. Hemos visto cosas que al gobierno no le van a gustar demasiado", comenta Évole. Como anécdota, el humorista contó la extrañeza que le produjo ver en barrios marginales a gente con móviles "mucho mejores" que el suyo.

Dispuesto a montar una revolución o casi a propiciar que le echasen, El Follonero estuvo en un botellón con jóvenes que no dudaron en dar la cara y opinar sobre la situación que atraviesa Cuba. Y como en Salvados son incapaces de hacer dos programas iguales, en el próximo El Follonero se atreverá a hacerle una propuesta indecente a la princesa de Asturias: ficharla para su programa.

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