Las elecciones europeas son carne de cañón para la desinformación y para las injerencias extranjeras. Las amenazas son reales y van en aumento, pero la UE está cada vez mejor preparada para hacerles frente, tal como reconoce la Comisión Europea en su informe sobre la evolución de la estrategia de Seguridad de la Unión. En el mismo reconoce Bruselas además que cada vez hay más ataques de contenido ultraderechista y que las amenazas híbridas, procedentes de actores como Rusia o China "son cada vez más sofisticadas" y difíciles de detectar.
"La UE es ahora más fuerte y está mejor equipada para hacer frente a las amenazas a la seguridad en constante evolución en Europa y sus alrededores. No hay lugar para la complacencia. No hay piedra sin remover para abordar las amenazas a la seguridad en línea y fuera de línea", comentó el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, que considera que la estrategia del Ejecutivo comunitario "funciona" ante los riesgos y las amenazas.
Todo es riesgo es importante ante la cita con las urnas de los próximos 6 al 9 de junio, unas elecciones "fundamentales" para el futuro de la UE, en las que, insisten desde el Parlamento Europeo, "está en juego el modelo" de Europa que se quiere impulsar en los próximos años. "La Unión Europea está actuando contra la persistente amenaza del terrorismo, la creciente amenaza de la delincuencia organizada y otras amenazas a la seguridad a las que se enfrenta cada día la población", añadió por su parte la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson. "
"En los últimos cuatro años hemos mejorado la cooperación policial y el intercambio de información, y hemos tomado medidas audaces para impedir la entrada en nuestro continente de drogas que alimentan la violencia y la corrupción. Las amenazas siguen siendo inmensas. Pero ahora estamos mucho mejor preparados para hacerles frente", concluyó, en un escenario en el que la manipulación y la desinformación se han convertido en retos de primera línea para las instituciones.
En el informe, correspondiente al avance de la Estrategia para los años 2020-2025, Bruselas explica que el aumento de los ataques híbridos contra las infraestructuras críticas en la UE "ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar su protección y resiliencia para prevenir o mitigar el impacto de las interrupciones de los servicios esenciales que sustentan". Desde 2020, la Comisión ha propuesto nuevas normas horizontales para reforzar las infraestructuras críticas de la UE tanto en línea como fuera de línea en una gama más amplia de sectores, la Directiva sobre la resiliencia de las entidades críticas y la Directiva sobre seguridad de las redes y de la información (NIS II), que entraron en vigor en enero de 2023.
No hay lugar para la complacencia. No hay piedra sin remover para abordar las amenazas a la seguridad en línea y fuera de línea
Bruselas recuerda que también ha emprendido una serie de acciones a nivel sectorial para "aumentar la resiliencia de las infraestructuras críticas, incluidos los sectores de la energía, el transporte, la seguridad marítima, la conectividad, el clima, el espacio, las finanzas y la salud". Con todo, los ciberataques van a más con el paso del tiempo y se han dado pasos para prevenirlos, como la Ley de Ciberresiliencia, que garantizará que los productos de hardware y software sean ciberseguros por diseño, y la Ley de Cibersolidaridad, que reforzará las capacidades de la UE para detectar, prepararse y responder a amenazas y ataques de ciberseguridad significativos y a gran escala.
Ese 'choque' cibernético es clave para el devenir de la UE y aunque Bruselas no señala directamente a Rusia (o a China), sí que lanza un aviso: "La posible explotación por parte de actores maliciosos de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, ya sea con fines cibercriminales o manipulación de información, plantea nuevos desafíos de seguridad para nuestras democracias, especialmente en un año marcado por importantes procesos electorales en toda Europa", resumen, con la mirada puesta en la cita de junio. "El concepto de seguridad, tradicionalmente centrado en los asuntos militares y de interior, tiene que seguir el ritmo de las amenazas cambiantes", concluye la Comisión Europea.
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario advierte de que se ha dado "un aumento de los ataques radicales" de derecha y recuerda que ha tomado medidas para combatir el terrorismo en todas sus formas: desde la prevención de la radicalización en línea y fuera de ella hasta el apoyo a los Estados miembros en la protección de los espacios públicos y la reducción del acceso de los terroristas a las armas y la financiación. "Para prevenir la radicalización, la Comisión ha apoyado a los Estados miembros a través de la Red de Sensibilización sobre la Radicalización y ha puesto en marcha nuevos instrumentos jurídicos para proteger a los ciudadanos de contenidos extremistas y terroristas nocivos en línea y fuera de ella".
Asimismo, asevera que con el Reglamento sobre contenidos terroristas en línea, las plataformas deben retirar los contenidos terroristas en el plazo de una hora. Además, la Comisión sigue colaborando con las empresas tecnológicas en el Foro de Internet de la UE para hacer frente a la explotación de la red por extremistas violentos y terroristas. "Para impedir que los terroristas dispongan de medios para cometer atentados, la legislación adoptada en 2021 limita la accesibilidad a los precursores de explosivos utilizados para fabricarlos. La Comisión también apoya a los Estados miembros en la protección de los espacios públicos, a través del Programa de Asesores de Seguridad Protectora de la UE y con más de 30 millones de euros en financiación del Fondo de Seguridad Interior desde 2020 para proteger los espacios públicos, incluidos los lugares de culto", concluyen.
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