Alfonso Rodríguez Gómez de Celis Diputado socialista por Sevilla y vicepresidente primero del Congreso
OPINIÓN

El pacto oculto

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, durante la atención a los medios. A 08 de mayo de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). El alcalde José Luis Sanz ha presentado la restauración de los alfarjes del siglo XIV del Patio de los Doncellas del Real Alcázar María José López / Europa Press 08/5/2024
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, durante la atención a los medios el pasado miércoles.
EP
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, durante la atención a los medios. A 08 de mayo de 2024, en Sevilla (Andalucía, España). El alcalde José Luis Sanz ha presentado la restauración de los alfarjes del siglo XIV del Patio de los Doncellas del Real Alcázar María José López / Europa Press 08/5/2024

Era cuestión de tiempo que el PP abriera el gobierno de Sevilla a la ultraderecha de Vox con un nuevo pacto de la vergüenza. Otro más. Un pacto oculto, a espaldas de los sevillanos y sevillanas, para asumir el ideario de extrema derecha en las políticas que afectan a la ciudad. Porque el señor Sanz gobierna en minoría. Porque no es capaz de sacar adelante unos necesarios Presupuestos. Porque son conscientes de su propia debilidad.

Un pacto oculto con la intención de mantenerlo en la sombra hasta después de las elecciones europeas y así engañar a los votantes en un absurdo disimulo sobre la total sintonía de las dos formaciones. El PP lo niega, pero la realidad es tozuda. Y también Vox, que reconoce abiertamente que las conversaciones existen desde las elecciones municipales. El PP nos miente. Otra vez.

No hay que imaginar cuáles serían sus efectos inmediatos. Lo vemos en los casi 200 ayuntamientos de toda España en los que el PP mantiene acuerdos con Vox, asumiendo con absoluta normalidad medidas de retroceso en los derechos y libertades de las mujeres o del colectivo Lgtbiq+, boicoteando la urgencia climática con la supresión de carriles bici o recurriendo a la censura del teatro y el cine. Una batalla ideológica que ya comenzaron en solitario cuando pusieron en peligro el Festival de Cine Europeo o con el cierre del Teatro Municipal Lope de Vega, privando a los sevillanos y sevillanas de su habitual programación de calidad.

¿Qué pasará con los 160 kilómetros de carriles bici que comenzaron a desplegarse con el alcalde Monteseirín? ¿O el Plan Estratégico de Igualdad que puso en marcha Muñoz? ¿Y los puntos violeta que definió Espadas? ¿Esa es la Sevilla que el Partido Popular quiere destruir?

El PP debe meditar hacia dónde va porque su distanciamiento del centro en esa solitaria travesía hacia el extremo es cada vez mayor. Los partidos demócratas lo observamos con inquietud y preocupación. En política estamos para construir y avanzar, para mejorar la vida de quienes nos dan su confianza y no para desandar el camino de la historia.

El PP mantiene acuerdos con Vox asumiendo con absoluta normalidad medidas de retroceso en los derechos y libertades de las mujeres o del colectivo Lgtbiq+

Los socialistas seguiremos defendiendo desde el lugar que nos corresponda el progreso y la convivencia, con una protección férrea de la igualdad, la cultura y el medioambiente. Porque en este momento es más necesario que nunca que seamos el dique de contención de quienes pretendan menguar nuestros derechos y libertades.

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