Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

Toca optar

Una persona votando en un colegio electoral de Tarragona en las elecciones de 2021.
Una persona votando en un colegio electoral de Tarragona en las elecciones de 2021.
ACN
Una persona votando en un colegio electoral de Tarragona en las elecciones de 2021.

Entre optar y votar solo hay un pequeño trecho, apenas un suspiro. Nos pasamos media vida optando y una considerable parte de ella votando. Lo hacemos en las elecciones políticas, en la AMPA, en los colegios profesionales, en la comunidad de vecinos e incluso en el Festival de Eurovisión

Este fin de semana toca de nuevo reflexionar, optar y votar. El resultado de las urnas puede enmendar la plana a aquella conocida frase de Alberto Moravia en la que el novelista sostiene que los votantes, a posteriori, no se sienten responsables de los fracasos de los gobiernos que han aupado. Responsables quizás no, pero con ganas de cambio de tercio puede ser que si. Al fin y al cabo en política las elecciones son también un indicador de premio o castigo. 

El voto es una buena herramienta al alcance del ciudadano para ensillar o descabalgar, para perpetuar o renovar a los gestores de lo público. No optar, pasar de todo o no ejercer el voto, es la variante inútil y perversa de la política. Es lo que desean que hagamos aquellos que nos quieren escépticos, desorientados y descreídos; sí, esos que han jugado a deshumanizar al adversario, a menospreciar ideas y argumentos. Se ha fabricado tanta negatividad, tanto odio, que conviene pasar página e iniciar una nueva era. 

Llámenme iluso si así lo desean, pero soy de los que pagaría entrada por contemplar una sesión solemne del Parlament, con los diputados en pie, coreando la canción de John Lennon, Give Peace a Chance. Démosle una oportunidad a la paz.

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