El mensaje de Isabel Pantoja a sus hijos en su 'rentrée' madrileña

La cantante Isabel Pantoja ofreció este sábado un concierto en el WiZink Center de Madrid.
La cantante Isabel Pantoja ofreció este sábado un concierto en el WiZink Center de Madrid.
La cantante Isabel Pantoja ofreció este sábado un concierto en el WiZink Center de Madrid.
La cantante Isabel Pantoja ofreció este sábado un concierto en el WiZink Center de Madrid.
EFE

Enfundada en un impresionante vestido morado en homenaje a su madre, Isabel Pantoja reapareció en Madrid cuatro años después de su último concierto. Radiante, muy simpática y accesible, la tonadillera repasó las canciones con las que de niña empezó a subirse a los tablaos de Triana. Un recorrido emocionante que arrancó más de una ovación como cuando entonó El Señorito, su chotis a lo Travolta, o cuando invitó a Naiara de Operación Triunfo a interpretar el Garlochí que fue más especial que nunca gracias a Anabel Pantoja. La sobrina de la cantante preparó una coreografía tiktotkera que las tres defendieron ante la locura comprensible de los fans.

Isabel estuvo magnánima. Sus movimientos sobre el escenario, pausados pero armoniosos, parecían cincelados por cualquier artista renacentista: primorosos, elegantes, frágiles. Antagónica al personaje del colorín que algunos se empeñan en dibujar, demostró tener la voz intacta, vigorosa, como un torrente de agua inagotable. Arriesgó a cantar sin micrófono en varios momentos y el quejío se escuchó nítido en cualquier lugar del estadio.

Pantoja aprovechó también para lanzar mensajes. Forma parte de ese show inconfundible y fantástico con el que lleva cincuenta años arrasando en esta y otras latitudes. Lo hizo con ese ramalazo entre ese humor y ese hartazgo que la encumbra todavía más al divismo cañí: "todavía creéis que después de 50 años hay alguna pregunta en el aire", clamó ante sus seguidores: "Apunta, apunta", me dijo mientras la grababa desde la primera fila. No fue la única ocasión en la que quiso dirigirse de forma especial.

Ocurrió mientras cantaba Quisiera decir no, una canción que hicieron suya también Marifé de Triana o Rocío Jurado y que refleja, sin ningún género de dudas, la relación que mantiene con sus hijos: "Te veo cuando cierro las pestañas. Te llamo sin llamar con voz de plomo. Te quiero cuando te odio todavía. Te llevo como un grito en las entrañas. Y no sé cuándo ni porqué ni cómo odiándote, te digo vida mía, vida mía, vida mía". Isabel cambió el singular por el plural y pronunció, tal y como se ve en el vídeo que grabó 20minutos, unas palabras directas a sus vástagos: "Los quiero aunque los odio todavía".

Isabel llegó, cantó, enamoró y triunfó como solo ella sabe hacerlo. Con su elegante porte gitano, con el tronío corriendo por las venas, con la copla en carne viva. Larga vida a Maribel. Larga vida a Isabel Pantoja.

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