El final de la exención del servicio militar a los ultraortodoxos de Israel pone contra las cuerdas a Netanyahu en plena guerra de Gaza

Protesta de judíos ultraortodoxos contra el servicio militar en Jerusalén.
Protesta de judíos ultraortodoxos contra el servicio militar en Jerusalén.
ABIR SULTAN / EFE
Protesta de judíos ultraortodoxos contra el servicio militar en Jerusalén.

Israel es un país en constante estado de alerta. Rodeado por naciones árabes, su Ejército es una de las instituciones más importantes y más respetadas. En realidad, todos los israelíes contribuyen a la defensa del país porque el servicio militar es obligatorio tanto para hombres como para mujeres. O casi, porque los ultraortodoxos estaban exentos... hasta ahora.

A partir de los 18 años de edad, en Israel todos los ciudadanos judíos, drusos o circasianos tienen que hacer el servicio militar, incluidos aquellos que tienen doble nacionalidad. Para las mujeres, el período mínimo de servicio es de 24 meses y de 36 para los hombres. Acabada esa formación militar, pueden continuar de forma voluntaria. En ese caso, pueden quedar como reservistas hasta los 51 años o llegar a ser miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Una sentencia del Tribunal Supremo

Hay sin embargo algunas excepciones. Además de para los no aptos por motivos médicos, el servicio militar es voluntario, esto es, no supone una obligación, para los ciudadanos árabes, cristianos, musulmanes y ultraortodoxos, además de para las mujeres religiosas, jóvenes israelíes de menos de 16 años que residen en el extranjero.

Y es en esta lista de excepciones donde hay cambios. Una sentencia del Tribunal Supremo de Israel, el más alto tribunal del país, ha cambiado el trato recibido por los ultraortodoxos y de paso ha amenazado la ya de por si frágil situación de Benjamin Netanyahu como primer ministro. La sentencia es provisional, pero en principio pone fin a la financiación estatal de los estudiantes ultraortodoxos que ni trabajan ni sirven en el Ejército.

Una "bomba" activada en 2017

La sentencia se escribió en realidad en 2017. Aquel año, el Tribunal Supremo de Israel dictaminó que las exenciones generales del servicio militar para los estudiantes ultraortodoxos eran discriminatorias e ilegales. Los magistrados dieron al Estado hasta el 31 de marzo de 2024 para encontrar una manera de cumplir con la sentencia.

Multitudinarias protestas en Israel contra la reforma judicial del Gobierno israelí.
Protestas en Israel en julio de 2023 contra la reforma judicial de Netanyahu.
EFE/ Yemeli Ortega

El asunto, un debate permanente en la sociedad israelí desde hace décadas, tuvo que ver con las manifestaciones que en 2023 protestaron contra varios proyectos del Gobierno tachados de antidemocráticos. Y es que la ley que iba a permitir a la Knesset (el parlamento) eludir las sentencias del Supremo, tenía que servir, entre otras cosas, para obviar la sentencia judicial. De ese modo, los ultraortodoxos habrían seguido estando exentos del servicio militar obligatorio.

En esto llegó el 7 de octubre, la masacre cometida por Hamás matando a 1.400 israelíes, y la guerra. Pero el Ejecutivo no había presentado ningún plan, como en 2017 le había pedido el Supremo. El pasado domingo 7 de abril expiró cualquier exención del servicio militar.

Dedicados a la Torá

Casi la mitad de los hombres ultraortodoxos no trabajan porque estudian la Torá, el texto sagrado judío. Son los haredim y suponen un enorme gasto para el Estado. No trabajan (la tasa de desempleo es muy alta entre ellos) y no han tenido que aportar esfuerzo alguno a la defensa del país.

Estas exenciones para la comunidad ultraortodoxa comenzaron con la propia fundación del Estado de Israel en 1948 (desoyendo las recomendaciones de Naciones Unidas). Ya entonces se consideró importante para la nueva nación la protección de los eruditos religiosos.

De 400 estudiantes a 200.000

Pero hoy, 75 años después, el problema es de números, de presupuesto y de desigualdad. Al principio, los haredim que pasaban su tiempo en las yeshivas (escuelas para el estudio de la Torá) y ni trabajaban ni hacían el servicio militar, eran unos 400. Ahora, ese grupo de ultraortodoxos exentos de lo uno y lo otro son unos 200.000. Son un 12% de la población de Israel y una cuarta parte de los hombres en edad de alistarse en el Ejército.

En ese contexto llegó el 7 de octubre pasado, la masacre de Hamás, y la posterior respuesta de Israel (que ya ha costado la vida a unos 34.000 palestinos de Gaza). La guerra ha provocado una movilización masiva de soldados, pero su escasez ha avivado las tensiones y el debate sobre quién sirve al país y a quién sirve el país.

A favor y en contra, un país dividido

A favor de la sentencia están los familiares de muchos de los jovenes solsados que están ocupando Gaza estos meses. Ayelet Hashachar-Saidof fundó el movimiento Madres en el Frente cuando su hijo fue reclutado, asegura a la ABC australiana que "es un gran momento porque durante 75 años no tuvimos igualdad en este país". Han sido "75 años de estupidez humana", afirma.

El 7 de octubre, todos vimos lo que vale esa protección espiritual... el Ejército de Dios, como ellos lo llaman, tampoco llegó"

Según esta abogada, "el 7 de octubre, todos vimos lo que vale esa protección espiritual. Cuando las Fuerzas de Defensa de Israel no llegaron, el Ejército de Dios, como ellos lo llaman, tampoco llegó".

En contra del cambio, los perjudicados por la sentencia, la comunidad ultraortodoxa. Sienten que su modo de vida está ahora en peligro. "La Torá nos fue entregada en el monte Sinaí. Y para que continúe tenemos que seguir aprendiéndola todos los días, todo el día", comenta al medio australiano Haim Laurence, un estudiante de barba gris del Chazon Ish Kollel, un seminario judío para hombres casados.

Encuestas: la mayoría, en contra de la exención

  • La mayoría de los israelíes se oponen a que los judíos ultraortodoxos queden exentos del servicio militar, según una encuesta del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional dada a conocer en octubre de 2023. El 68% de los ciudadanos se oponen a la exención de los haredim del servicio militar. El 25% de los encuestados dijeron que apoyaban el proyecto de ley que eximía a los ultraortodoxos de alistarse en el ejército.

Desde que cumplió los 18 años, Haim solicitó todos los años un aplazamiento del servicio militar y a los 34 años, cuando nació su séptimo hijo, recibió la carta de exención del servicio militar. "Hay una parte de la nación que lucha y otra que reza por el éxito de los soldados o de toda la nación", asegura en declaraciones a ese medio australiano. "Miles de nosotros nos levantamos en mitad de la noche y rezamos por los soldados para que tengan paz y éxito... Si no fuera por eso, podría ser, Dios no lo quiera, que hubiera habido muchas más pérdidas por nuestra parte", explica el estudioso de la Torá.

Si no fuera por nuestros rezos, podría ser que hubiera habido muchas más pérdidas por nuestra parte"

Elhanan Kaplan, sólo tiene 21 años. Según él, la cuestión es la incapacidad de las personas laicas para comprender las creencias religiosas de los ultraortodoxos. "No me alisto porque tenga unas creencias determinadas y si alguien no cree en ellas, no tengo forma de explicar por qué no me alisto", afirma.

Protesta de ultraortodoxos en Jerusalén.
Protesta de ultraortodoxos en Jerusalén.
ABIR SULTAN / EFE

Netanyahu, contra las cuerdas

El primer ministro se encuentra atrapado entre una opinión pública enfadada que desea un cambio y los ultraortodoxos de su coalición que podrían desbancarlo como jefe de Gobierno. "Esta es, con mucho, la crisis política más difícil a la que se enfrenta", asegura Yohanan Plesner, del Instituto para la Democracia de Israel y antiguo parlamentario.

Esta es, con mucho, la crisis política más difícil a la que se enfrenta"

La sentencia pone a Netanyahu "en una situación de colisión con sus propios votantes, con su propio electorado y, como resultado, también con algunos de los miembros de su propia facción", dice Plesner.

A finales de marzo, Netanyahu le dijo a los ministros de su partido, el Likud, que no habría gobierno sin la ley y que nunca renunciaría a aprobar el polémico proyecto que confirme la exención militar de los haredí, según contó la televisión estatal israelí, KAN.

¿Elecciones anticipadas?

Actualmente el parlamento de Israel presenta este atomizado reparto:

  • Likud:  32 escaños
  • Yesh Atid:  24
  • Sionismo Religioso:  14
  • Unión Nacional:  12
  • Shas:  11
  • Yahadut HaTorah:  7
  • Yisrael Beiteinu:  6
  • Ra'am:  5
  • Hadash-Ta'al:  5
  • HaAvodá:  4

El Gobierno lo apoyan y forman el Likud (partido de Netanyahu), Sionisno Religioso, Shas y Yahadut HaTorah. Suman 64 de los 120 escaños.

El pasado 3 de abril, Benny Gantz, principal adversario del primer ministro, apostó por la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en septiembre. Pero Netanyahu dice que la celebración de unos comicios en plena guerra paralizaría el país durante meses.

Según las últimas encuestas, ahora mismo Gantz, de Unión Nacional, ganaría por amplio margen. La convocatoria de elecciones anticipadas debe ser aprobada por mayoría simple (61 votos de 120). 

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