Un agente de los Mossos d'Esquadra de Manresa (Barcelona) ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, acusado de una segunda agresión sexual continuada, después de que ya fuera arrestado el año pasado por otro caso, y de pornografía infantil.

Este policía ya fue encarcelado el pasado mes de agosto acusado de otra agresión sexual, en concreto a una mujer con discapacidad intelectual, aunque posteriormente quedó en libertad provisional a la espera de juicio.

Un falso 'curso de masajista' para las prácticas sexuales

La investigación inicial empezó a raíz de la denuncia de los padres de esta primera víctima. Los progenitores decidieron explicarlo a la policía después de encontrar mensajes sospechosos que habría enviado supuestamente el agente. La policía cree que el hombre hacía creer a la víctima que las prácticas sexuales formaban parte de un curso de masajista.

Tras ese primer caso de agresión sexual, los Mossos d'Esquadra hallaron nuevos indicios que le implicaban en un segundo caso, lo que motivó que fuera arrestado de nuevo. 

En concreto, se encontraron nuevas pruebas en su móvil que lo implicaban en una violación reiterada a una persona de su entorno próximo. Los hechos se habrían producido antes de la primera detención. 

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Agresión sexual continuada y pornografía infantil

Según ha avanzado este viernes El País y han confirmado a EFE fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el juzgado de Instrucción número 3 de Manresa decretó el pasado 13 de marzo el ingreso en prisión provisional para este agente de los Mossos, comunicada y sin fianza, acusado de los delitos de agresión sexual continuada y de pornografía infantil.

Según se informa también desde el TSJC, el juzgado de instrucción 3 de Manresa se ha inhibido al juzgado de instrucción 1 de Manresa que ya tenía el primer procedimiento abierto contra el mismo acusado por un delito de agresión sexual contra la primera víctima.

Además, el magistrado le impuso la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de la víctima y de comunicarse con ella por cualquier medio. El policía ya se encontraba suspendido de empleo y sueldo cuando fue detenido por segunda vez, según el citado medio.