Los representantes sindicales del sector de la construcción de UGT y CC.OO. en Girona se han mostrado decididos a convocar una huelga a principios de noviembre si durante el mes de octubre no se firma el convenio colectivo con la conformidad de la patronal de aplicar un aumento salarial del 3,5 por ciento (el 2 por ciento del IPC previsto por el Gobierno más un 1,5 por ciento como garantía salarial).

Se ha celebrado una asamblea con 700 delegados de ambos sindicatos con la intención de acordar cuáles serán los pasos a seguir a partir de ahora para forzar a la patronal a dar su brazo a torcer. "Si siguen así no tendremos otra alternativa que llamar a la movilización", asegura el secretario general del sector de la construcción de CC.OO., Miquel Pelaez.

Pelaez explica que empezarán celebrando asambleas en todas las empresas gerundenses para explicar la situación, y que también mirarán a fondo temas como los de la prevención de riesgos laborales, ya que según datos de la Conselleria de Trabajo, la provincia de Girona es la que tiene un índice más alto de siniestralidad de Catalunya, expone.

Según han explicado en la asamblea, el convenio de la Construcción de Girona finalizó en junio y la patronal se niega a ratificar el convenio general estatal, que estipula los aumentos salariales desde 2007 hasta 2011. Para el 2009, el incremento es del 3,5 por ciento, mientras que los empresarios pretenden efectuar un aumento del 1 por ciento.

Los sindicatos han querido expresar su "enérgica protesta" por la actitud de la representación de los empresarios de la construcción de Girona, a los que acusaron de estar "boicoteando la negociación colectiva" con la excusa de la actual situación de crisis económica. "No aceptaremos por más tiempo la dilación del convenio", que ya cuenta con cuatro meses de retraso, afirma Pelaez.

Por todo ello, asegura Pelaez, CC.OO y UGT reiteraron la necesidad de una convocatoria urgente de la comisión negociadora del convenio de la construcción y obras públicas de la provincia de Girona, ya que en el resto de provincias (Barcelona, Lleida y Tarragona) los convenios se firmaron hace meses respetando lo acordado, "como no podía ser de otra manera".

Actualmente, en Girona hay cerca de 35.000 empleados en el sector de la construcción, y la repercusión económica que tendría el incremento salarial que reclaman los sindicatos sería de 50 euros al mes por trabajador.