Piden prisión permanente para el acusado de matar a golpes a un discapacitado en Gran Canaria

Unas esposas en una persona detenida.
Unas esposas en una persona detenida.
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Unas esposas en una persona detenida.

La Fiscalía pide prisión permanente revisable para un hombre que será juzgado a partir de mañana por un Jurado de la Audiencia de Las Palmas, junto a su pareja, por presuntamente matar a golpes a una persona de 60 años con discapacidad, tras mantenerlo encerrado y maltratarlo más de una semana para robarle su pensión.

Los hechos que se juzgan ocurrieron en septiembre de 2021 en un piso "en estado deplorable" donde la pareja residía en Las Palmas de Gran Canaria, según señala el escrito de la Fiscalía, que reclama para el procesado J.F.B.S. la prisión permanente revisable por el supuesto delito de asesinato con alevosía al ser la víctima una persona especialmente vulnerable por su discapacidad.

Además, solicita para el acusado una condena de seis años por detención ilegal, pena esta última que también pide para su pareja, Y.R.S., quien se enfrenta a 18 años de cárcel por homicidio en comisión por omisión.

Para ambos procesados se exige el pago de una indemnización total de 100.000 euros que reclaman dos de los hermanos de la víctima por el daño moral causado.

En el escrito del Ministerio Público se indica que la pareja conocía y sabía dónde vivía el fallecido, y que cobraba una pensión de orfandad y otra de incapacidad; tenía un grado de discapacidad psíquica reconocida del 66 % y dificultad para caminar por un problema en las piernas.

Con el fin de quedarse con la pensión que percibía mensualmente, de unos 1.100 euros, los dos acusados se presentaron en la zona donde residía la víctima y lo metieron a la fuerza en un vehículo para trasladarlo al piso que compartía la pareja: una casa en "estado deplorable, con gran suciedad y desorden y sin agua corriente", refiere la Fiscalía.

A la víctima, según el Ministerio Público, la situaron en una pequeña habitación sin puerta, con un somier y un colchón como único mobiliario y, durante el tiempo que duró su cautiverio, estuvo atado con cuerdas por las muñecas y los tobillos.

También sufrió frecuentes golpes en la cara y el cuerpo por parte del acusado y en presencia de la procesada, que tampoco hizo nada por evitarlo pese a que la víctima le pedía auxilio, añade el escrito.

Además, cuando la pareja salía del domicilio, también lo amarraban al somier, señala el escrito de la Fiscalía, que añade que le hacían recoger los excrementos del perro que tenían.

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