Madrid busca elevar el estatus de su Semana Santa: atraer turismo sin convertirla en teatro

Tamborileros, con túnicas verdes, en la Plaza Mayor durante la tamborrada del Domingo de Resurrección, a 17 de abril de 2022.
Tamborileros, con túnicas verdes, en la Plaza Mayor, durante la tamborrada del Domingo de Resurrección, a 17 de abril de 2022.
AYTO. DE MADRID/Miguel J. Berrocal
Tamborileros, con túnicas verdes, en la Plaza Mayor durante la tamborrada del Domingo de Resurrección, a 17 de abril de 2022.

Los edificios más vetustos de Madrid son testigos de como la Semana Santa toma las calles de la capital con pasos y cofrades desde principios del siglo XVI. La llegada de Felipe II a la corte del reino de Madrid, en 1561, trajo consigo el esplendor de las cofradías, pero no fue hasta los siglos XVII y XVIII cuando alcanzó su mayor popularidad, de la mano de los gremios y sus imágenes. El siguiente punto álgido de la Semana Santa madrileña llega en los años sesenta del pasado siglo, cuando pasos muy sencillos y humildes congregaron a una gran cantidad de penitentes y señoras con mantilla. Esta multitud fue bajando y en los años setenta la pasión madrileña se adormeció. En la actualidad, la Semana Santa de la capital vive un nuevo despertar y busca colocarse en un lugar importante.

Con el fin de elevar el estatus de esta tradición católica, el Ayuntamiento de Madrid está dando los pasos pertinentes para declarar la Semana Santa madrileña como Fiesta de Interés Turístico Regional, la primera con este reconocimiento en la ciudad. "Estamos trabajando junto al Arzobispado, las cofradías y las hermandades para que la Semana Santa esté bien armada y sea única. En el momento que se presente la documentación a la Comunidad de Madrid, toda modificación posterior será más complicada", explica a 20minutos la delegada de Turismo, Almudena Maíllo.

Almudena Maíllo y José Luis Martínez-Almeida, en las calles de Madrid durante la Semana Santa en 2022.
Almudena Maíllo y José Luis Martínez-Almeida, en las calles de Madrid durante la procesión de La Macarena, el Jueves Santo de 2023.
AYTO. DE MADRID

Uno de esos trabajos conjuntos ha sido la presentación de una carrera oficial para las procesiones del distrito Centro, ubicada en la Puerta del Sol. Por primera vez la ciudad de Madrid tendrá un punto común en el recorrido para poder ver todos los pasos, algo que ya sucede en otras ciudades con gran tradición de Semana Santa, como Sevilla, Málaga, Valladolid o Zamora. Hasta este año, cada agrupación tenía su recorrido entorno a su sede y no existía un lugar de encuentro. 

"La idea de crear esta carrera oficial surgió en la época de la COVID-19. Como no se podía desfilar, a las hermandades se les ocurrió hacer un itinerario donde las personas eran las que iban de una iglesia a otra visitando las tallas. Esa colaboración entre cofradías sentó las bases de lo que es esta carrera oficial", explica el delegado de actos institucionales del Arzobispado de Madrid, Jesús Junquera. 

El paso por la Puerta del Sol ha hecho que la mayoría de las hermandades hayan cambiado sus itinerarios, lo que ha supuesto "un esfuerzo muy grande para no coincidir unos con otros", destaca Junquera. "Ninguna de estas variaciones ha cambiado la historia o la tradición, ya que la mayoría de las actuales hermandades de Madrid son de los años sesenta en adelante", matiza.

La delegada de turismo considera que "todo este trabajo en conjunto es mucho más importante que la distinción que se le dé a la Semana Santa de Madrid, pues ya cuenta con el reconocimiento popular". Para Maíllo, el verdadero valor de esta tradición "reside en las tallas, el fervor religioso y cultural y en los siglos de historia, pues la de Madrid es una de las más antiguas de España".

Precisamente, uno de los puntos más importes para que la Comunidad de Madrid declare una Fiesta de Interés Turístico Regional, es elaborar una memoria explicativa donde se incluyan los orígenes, la continuidad en el tiempo, el valor cultural y el arraigo que tiene una festividad, en este caso la Semana Santa.

Maíllo: "Madrid acoge y disfruta de las cosas de fuera"

Para dotar de este significado a la Semana Santa de Madrid, el Ayuntamiento ha programado otras actividades como el ciclo Música de Órgano de San Ginés, que alcanza su XVII edición; el concierto de la Banda Sinfónica Municipal en La Almudena; las saetas desde diferentes balcones al paso de las imágenes; una tamborrada el Domingo de Resurrección en la Plaza Mayor; y la creación de una ruta de las torrijas. Aunque las saetas o las tamborradas puedan evocar a otros puntos de la geografía española, Maíllo defiende que "Madrid es una ciudad que acoge y disfruta de las cosas de fuera, donde se pueden mostrar las tradiciones de otras partes de España". 

En lo relativo al turismo que atrae esta fiesta, Madrid alcanzó un 90% de ocupación en 2023 y este año las previsiones de reserva son del 75%, según los datos de la Asociación Empresarial Hostelera de Madrid (AEHM), "a lo que habrá que sumar las reservas de última hora", señala la delegada. De este modo, la capital se sitúa como el cuarto destino europeo en Semana Santa, según el portal de viajes eDreams. Por su parte, los turistas gastarán una media de 345 euros al día, según las estimaciones del Ayuntamiento con base a los datos del Instituto Nacional de Estadística.

No convertir las procesiones en "obras de teatro"

En contraposición a la apuesta del Ayuntamiento por hacer más turística la Semana Santa madrileña, está la preocupación de los más fieles, que no quieren que un acto de religioso se convierta en un espectáculo. "Nuestras procesiones no son obras de teatro, son catequesis y están unidas a la fe. Nosotros no salimos a la calle solo en un ámbito cultural, que también formamos parte de la cultura del pueblo, salimos guiados por la fe", explica el delegado de actos institucionales del Arzobispado de Madrid, Jesús Junquera.

Cristo de Medinaceli a la puerta de la Basílica de Medinaceli.
Cristo de Medinaceli a la puerta de la Basílica de Medinaceli.
AYTO. DE MADRID/Miguel Berrocal

En los últimos años, algunos pasos de Madrid han vivido una transformación más inspirada en la tradición andaluza que en la castellana, que es la que le corresponde a Madrid, algo que no termina de convencer a los más devotos. "Es cierto que Andalucía manda por todo lo que mueve y se acaba reflejando en nuestra Semana Santa. Nosotros éramos de una tradición castellana y sobria. Ahora los pasos tienen un aire, sobre todo en los adornos de las vírgenes, más andaluz, aunque no queremos perder el aire castellano" argumenta Junquera.

Por el momento, el número de cofradías y hermandades en la capital sigue en aumento. El año pasado salió a las calles por primera vez el Cristo de la Salud, del Hospital Niño Jesús. Sin embargo, el coordinador matiza que "tampoco será habitual que vayan surgiendo nuevas hermandades". Aunque no le consta que ninguna hermandad esté cerca de desaparecer por falta de personas, reconoce que "una de las principales preocupaciones de las cofradías es que se siga incorporando gente joven que continúe el camino".

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