Ángel acaba de ser padre de su primer hijo y en estos momentos disfruta de su baja paternal (que para los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid es de cuatro semanas, dos más que para el resto de trabajadores), y a la que él ha sumado su mes de vacaciones. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque su ausencia ha dejado sin biblioteca municipal en horario de mañana a los 61.169 vecinos del distrito de Usera.

Lo sabe bien Sonia, una de las usuarias habituales de la biblioteca Orcasur (donde Ángel trabaja como bibliotecario) y que este lunes se la encontró cerrada. "Estoy preparando una oposición y voy todos los días a estudiar a la biblioteca", contó en una carta remitida a 20 minutos.

Según esta lectora, el centro tiene alrededor de 75 puestos de lectura entre niños y adultos y es la única municipal de la zona. "Estamos hablando de Usera, un distrito con altas tasas de abandono escolar y analfabetismo", explicaba indignada Sonia, que no entiende cómo pueden mantenerla cerrada cuando la biblioteca más cercana, la de José Hierro (que es de la Comunidad), está también en Usera, pero en el barrio de Pradolongo.

"Me queda a casi treinta minutos, tengo que coger transporte público", aclara Sonia, aunque sabe que será su única opción si quiere poder seguir estudiando por las mañanas en una biblioteca (la de Orcasur permanecerá cerrada hasta que Ángel se reincorpore a mediados de noviembre).

"No hay personal"

Mientras la capital acaba de celebrar la cuarta edición de su Noche en Blanco (196 espectáculos culturales repartidos por todo el centro de la ciudad), el Ayuntamiento de Madrid achacó a "una falta de personal" la situación de la biblioteca Orcasur.

Según explicaron fuentes municipales, "se han juntado dos bajas a la vez y la biblioteca no volverá abrir por las mañanas hasta que uno de ellos se reincorpore", explicaron. Es decir, no van a contratar a ningún suplente.

Por su parte, desde el PSOE de Usera consideran que es "una vergüenza" no sólo la falta de personal sino la biblioteca misma, "que es un trocito que le han cogido al centro cultural", explican.

Libros en braille a domicilio

Angelines Castro, de 79 años, es la primera invidente que estrenó este lunes el servicio de Telebiblioteca para discapacitados visuales que ha puesto en marcha la Comunidad y que consiste en llevar y recoger libros adaptados al braille a domicilio.

La iniciativa, que hasta ahora sólo se prestaba con discapacitados físicos, se ha ampliado a este colectivo gracias a un convenio firmado con la ONCE. De momento, Angelines tiene por delante los diez tomos que en braille ocupa El séptimo velo, novela de Juan Manuel de Prada.