Pandora y Charles, los padres de la modelo Cara Delevingne, han acudido este fin de semana a Londres para estar a su lado y consolar a su hija después de que su mansión de siete millones de dólares en Los Ángeles quedase calcinada y reducida a cenizas tras un incendio que tuvo lugar el pasado viernes.
En las imágenes obtenidas por diferentes medios, la también actriz británica, de 31 años, aparece ocultando su rostro dentro de un coche junto a sus progenitores —su madre atrás, colocándole la mano en su pierna; el padre, delante— y con los ojos vidriosos.
Y es que Cara ha tenido por contrato, a pesar de la tragedia, que seguir actuando en el papel de Sally Bowles en el musical Cabaret en el Kit Kat Club del Playhouse Theatre, en el West End de la capital inglesa. Otra de las razones, según Pandora, de 64 años, de su hija estuviese "devastada a buen seguro".
"Ella lo tenía todo en esa casa, toda su vida", dijo la madre de la modelo esa misma mañana a un fotógrafo del portal de noticias TMZ. Asimismo, Charles, de 74 años, ha dado algo más de información sobre el incendio, asegurando que creen que se ha tratado sobre un problema "eléctrico" porque "algo cayó" sobre el tendido eléctrico debido a un vendaval.
Es algo que los portavoces de la policía y de los bomberos ya le aseguraron a otros medios el mismo día del incidente: que el fuego no parecía ser el resultado de un incendio provocado ni de ninguna "actividad criminal". Aun así, está pendiente una investigación oficial.
El pasado viernes, alrededor de las 3:57 horas de la madrugada, hora local, el departamento de bomberos de la ciudad californiana recibió una llamada informando de que la mansión estaba en llamas. Al llegar, el equipo destinado descubrió que las "intensas llamas" habían consumido a esas alturas una de las habitaciones por completo.
Según puntualizaron hicieron falta 94 bomberos y algo más de dos horas y 15 minutos en apagarlo por completo, si bien no pudieron evitar que el techo de la casa se derrumbase. Afortunadamente, eso sí, nadie resultó gravemente herido.
También nos dijeron que el techo de la casa se derrumbó, pero afortunadamente nadie resultó gravemente herido. Ni siquiera los gatos de Cara, quien subió una story a su Instagram con ellos, si bien luego tuvo que matizar que estaban a salvo. "Hoy tengo el corazón roto… No me lo puedo creer. La vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Valorad lo que tenéis", escribió la modelo.
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