Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Aragonès corta el paso a Puigdemont

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès.
Europa Press
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès.

La causa del adelanto electoral tiene un nombre, Ada Colau. La exalcaldesa llevaba meses exigiendo la entrada de Barcelona En Comú en el Gobierno municipal del socialista Jaume Collboni. Hacía falta un tripartito con ERC, pues PSC y comunes no suman mayoría. Pero los republicanos, sin decirlo abiertamente, no querían. Tampoco a Collboni le hacía ninguna gracia tener dentro a Colau. Por razones personales, la exalcaldesa no quería abandonar el Consistorio ni para ir a Madrid ni a Bruselas. 

Llegaron los Presupuestos de la Generalitat que, tras el acuerdo entre ERC y PSC, parecía que iban a salir adelante. El pacto prefiguraba un escenario de bipartito, de entrada, en el Ayuntamiento. Los comunes no querían quedarse fuera del reparto de sillas y han querido presionar al máximo. Si votaban en contra, tumbaban las Cuentas. La excusa ha sido el Hard Rock en Tarragona, un proyecto de macrocasino que lleva 10 años paralizado y que tal vez nunca se hará. El año pasado no fue razón para oponerse a las Cuentas. Ahora sí como pretexto para forzar un tripartito.

Mezclar las carpetas, lo municipal con lo autonómico o lo nacional, no suele salir bien. ERC trasladó hace unos días a Yolanda Díaz idéntica amenaza sobre los Presupuestos del Estado. Exigían justa correspondencia. Pero las relaciones entre Gabriel Rufián y la vicepresidenta nunca han sido buenas. Los comunes no han querido rectificar y han rechazado unas cuentas expansivas en política social e inversiones. Con lo que no contaban es con que la respuesta de Pere Aragonès fuese el adelanto electoral. 

El presidente republicano está débil, pero a finales de año, sin Presupuestos, aún lo estará más. Hay sensación de desgobierno en Cataluña. Ahora bien, la convocatoria de elecciones pilla a Junts sin candidato, a la espera de la amnistía que todavía tardará en aprobarse. El regreso de Carles Puigdemont era un motivo de mucha preocupación en ERC. Aragonès intenta así cortarle el paso. El adelanto también coge al PSC algo débil tras el escándalo Koldo y con una parte del electorado disgustado por la excesiva entrega del PSOE a los independentistas.

La convocatoria del 12 de mayo es una jugada hábil de Aragonès, que descuenta un peor futuro para ERC. Además, hay el factor sequía, cuyas consecuencias se agravarán dentro de unos meses. Las previsiones de lluvia no son prometedoras. Nadie pensaba en elecciones hace un mes. Pero el enfado de Colau en Barcelona ha enrocado a los comunes, y el fracaso de las Cuentas se ha resuelto poniendo las urnas.

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