Rusia vota este 2024 para elegir nuevo presidente (como Estados unidos, pero ocho meses antes). El país de Putin celebra elecciones presidenciales entre el próximo viernes y el domingo. Serán las octavas presidenciales en el país más grande del mundo, que se define como una democracia federal con forma republicana de gobierno.
Dice la ley electoral rusa que si ningún candidato recibe más de la mitad de los votos, se celebrará una segunda vuelta exactamente tres semanas después, el 7 de abril de 2024. ¿Es posible que ningún candidato logre esa mayoría absoluta de los votos? Por supuesto que no. Ya antes de votar se sabe lo que va a pasar. Ganará "el de siempre" y de manera abrumadora.
Las elecciones presidenciales son presidenciales pero no son elecciones. Solo hay un candidato... o casi. Presentarse se presenta alguno más, pero para perder. Ese es el guion escrito por Vladimir Putin (en el poder desde el año 2000). Llegó a haber 11 aspirantes, pero los que quisieron ser candidatos para intentar ganar ya han sido eliminados.
Alexéi Navalni, el principal opositor político de Putin, murió hace una semanas en una cárcel de máxima seguridad y Boris Nadezhdin, el único candidato vivo que había criticado públicamente la guerra de Ucrania, ha sido rechazado por la Comisión Electoral porque existían "irregularidades" en un 15% de las firmas que avalaban su candidatura. Conocemos el caso de Nadezhdin, pero como el suyo ha habido otros seis candidatos rechazados.
Solo quedan tres candidatos que al presentarse están apoyando al actual sistema y a su gobernante. Son Vladislav Davankov (Gente Nueva), Leonid Slutski (Partido Liberal-Demócrata de Rusia) y Nikolái Jaritónov (Partido Comunista).
Los tres han aportado los dos millones de firmas necesarios para postularse a la presidencia. Además, como exige la constitución rusa, tienen más de 35 años y han vivido en Rusia de manera permanente durante al menos 25 años (antes valía con 10, pero Putin lo cambió).
Vladislav Davankov
Se presenta por el partido Gente Nueva, de orientación liberal conservadora. Davankov (1984) es un empresario ruso y actual vicepresidente de la Duma Estatal.
Su partido fue el único del parlamento que no apoyó la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk de Ucrania en el preludio de la invasión rusa. La formación de Davankov se abstuvo. Durante la pandemia de coronavirus, se opuso a la vacunación obligatoria.
En las elecciones legislativas de 2021, Davankov fue elegido miembro de la Duma Estatal. El presidente de la Duma le nombró porque se designa al menos un vicepresidente por cada bloque político. En 2023, se postuló sin éxito a la alcaldía de Moscú: obtuvo un 5,38% de los votos.
Ahora se presenta para ser presidente de Rusia, sin posibilidad alguna de vencer. Le honra el hecho de haber firmado en apoyo de la candidatura de Nadezhdin, argumentando que el país debería permitir un mayor acceso a las urnas a todos los candidatos.
Leonid Slutski
Es diputado de la Duma Estatal de Rusia y miembro destacado del populista Partido Liberal-Demócrata de Rusia. Slutski (1968) es decano del departamento de relaciones internacionales de la Universidad Estatal de Economía, Información y Estadística de Moscú. Ha ocupado altos cargos bancarios y fue asesor del alcalde de Moscú. También informó a una dirección del Presídium del Sóviet Supremo de la URSS.
En marzo de 2014, tras el referéndum sobre el estatus de Crimea, Slutski se convirtió en una de las primeras personas sancionadas por Estados Unidos (también lo hicieron Canadá y la Unión Europea). En 2017, posó su mirada en el mapa de España. Calificó el referéndum de independencia de Cataluña de "prueba de fuego" para la UE. En aquel entonces preguntó: "¿Bruselas estará de acuerdo con el derecho de las naciones a la autodeterminación, como convenía con Kosovo, o seguirá insistiendo en el principio de integridad territorial" (como lo hizo con Crimea)?.
Slutski tiene estrechas relaciones con el liderazgo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Y mucho dinero, de origen no siempre claro. En marzo de 2018, Navalni y su Fundación Anticorrupción (FBK) publicaron una investigación sobre la propiedad de Slutski, donde le acusaban de acumulación ilegal de riqueza.
Ese mismo año, la reportera del BBC News en ruso Faridá Rustámova, la asistente del mago Debbie McGee, la productora de Dozhd Daria Zhuk, la ex reportera de Kommersant Anastasia Karímova y la periodista de RTVi Ekaterina Kotrikadze acusaron a Slutski de acoso sexual. Slutski, que se comparó con Harvey Weinstein, dijo ser objeto de difamación.
Nikolái Jaritónov
Es un político ruso, miembro de la Duma Estatal desde hace 30 años. Estuvo en el Partido Agrario, pero en 2007 se unió al Partido Comunista de la Federación Rusa, por el que se presenta ahora.
Jaritónov (1948) ya intentó ganar a Putin hace veinte años. Se presentó a las presidenciales de 2004, con el lema "Por la tierra nativa y la voluntad popular". Tuvo el apoyo del líder del Partido Comunista, Guennadi Ziugánov, pese a que inicialmente éste quiso que el partido no participara en los comicios para protestar por lo que consideraba "naturaleza antidemocrática" de esas elecciones.
Cuentan las crónicas que en aquella ocasión Jaritónov habló con frecuencia de las virtudes del leninismo. Finalmente perdió ante Putin: ocupó el segundo lugar con el 14% de los votos. Sabe que esta vez volverá a perder (de hecho es candidato porque Ziugánov ha preferido no serlo). Se opone a muchas de las políticas internas de Putin, pero no a la invasión de Ucrania.
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