Aunque no dio detalles, el concejal de Urbanismo avanzó que el documento (que pretende proteger estos dos barrios declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad) determina que las reformas que se hagan en los edificios deberán respetar el nivel que tienen en la actualidad. Eso sí, Luis Gerardo García-Royo aclaró que este tope «no impedirá que se hagan nuevas fachadas». «Este plan es continuista con respecto al anterior, es decir, mantiene que los edificios se construyan con el mismo volumen», explicó el edil.

No habrá licencias

La aprobación del Plan Albaicín conlleva la suspensión de todas las licencias  de edificación «sólo en aquellas áreas» en las que las determinaciones que el nuevo documento no coincida con el vigente. De esta manera, «no se impedirán las rehabilitaciones previstas», según García-Royo.

Ahora bien, el edil no aclaró qué cambios sufrirán tanto el Albaicín como el Sacromonte, y si se solucionan los principales problemas: las malas comunicaciones y accesos a los dos enclaves, la protección de edificios catalogados, escasez de servicios o la actuación sobre la carretera de Murcia.

Antes de que las modificaciones previstas por el Ayuntamiento se apliquen, el plan debe pasar todavía por varios filtros, el de la Delegación de Cultura y el de la comisión de patrimonio,  cuyo informe será vinculante debido a las características especiales de los barrios.

Venden subsuelo y la Junta recurre

Será otro punto que aprobará en el pleno de hoy el equipo de Gobierno (PP) en solitario . Pese a que la Junta ha advertido de que recurrirá a los tribunales, el Consistorio acordará la venta a un particular del subsuelo de una parcela pública en Santa Adela para un parking.