Llega el 'supermartes', la última oportunidad de Haley para interponerse en el camino republicano de Trump a la Casa Blanca

Supermartes en EEUU
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Henar de Pedro
Supermartes en EEUU

La carrera hacia la Casa Blanca entre demócratas y republicanos va como se esperaba. Todo apunta a que Trump y Biden, de 78 y 81 años, volverán a ver las caras el próximo 5 de noviembre como ya pasó en 2020. Y más después de conocerse este lunes que el Supremo allana el camino al líder republicano a una posible segunda presidencia de EE UU tras declarar inconstitucional su expulsión de las primarias de Colorado

La decisión de los magistrados —de un Supremo en que los conservadores ostentan mayoría— se fundamenta en que según la Constitución es el Congreso y no el Supremo de cada Estado, el que debe hacer cumplir la Decimocuarta Enmienda que el máximo órgano de Colorado consideró que Trump incumplió en su intento de "insurrección" para intentar frenar la ratificación de Biden, lo que le descalificaría para cargos públicos.

"Los estados pueden descalificar a personas que ocupan o intentan ocupar cargos estatales", reza el fallo suscrito en una decisión unánime. "Sin embargo, los estados no tienen poder respecto a los cargos federales, especialmente la Presidencia", concluye un dictamen que ya se intuía en esa dirección dado que el pasado 8 de febrero, durante la argumentación de las partes, tanto los jueces más progresistas como los conservadores se mostraron en contra de que los estados individuales interpretasen la elegibilidad constitucional de un candidato a presidir el país.

"Es una gran victoria para Estados Unidos", ha dicho Trump en sus redes sociales, que se felciita de una fallo que llega justo un día antes del decisivo supermartes que podría encarrilar su camino como candidato de la Casa Blanca. ¿O todavía lo puede impedirlo Nikki Haley? De momento, Donald Trump (el de 78) está arrasando entre el electorado republicano y tiene la nominación a su alcance (pese a las varias causas judiciales que enfrenta). Poco a poco, tras las primarias tempranas, sus rivales se fueron despidiendo y hoy sólo queda una resistente: Haley.

La ex embajadora de EE UU ante la ONU insiste en lidiar frente a Trump pese a que, de momento, apenas se ha impuesto en Washington DC y lo hizo justo este domingo al obtener el 63% de los votos frente al 33% de Trump. Los 19 delegados logrados elevan a 43 los obtenidos en el proceso de primarias, muy lejos de los 244 de Trump hasta la fecha,

Pero llega el 'supermartes, el día de las primarias presidenciales en el que más estados votan y en el que se asigna un tercio de todos los delegados a las convenciones republicanas o demócratas. Este 5 de marzo votan 15 estados (Alabama, Alaska, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia) y un territorio (Samoa Americana). Son 874 de los 2429 delegados republicanos, el 36%. El estado de California asigna 169 —la cifra más abultada de todas las primarias — y para cuando sea ya miércoles, el partido del elefante ya habrá asignado 1.151 delegados (casi definitivo porque para ganar se necesitan 1.215).

Esta claro que Haley no se retirará antes de este 'supermartes'  porque ha declarado varias veces ser “una mujer de palabra” y dice que los estadounidenses merecen tener una mejor alternativa. “No voy a renunciar a esta lucha cuando la mayoría de los estadounidenses desaprueban tanto a Donald Trump como a Joe Biden".

Haley asegura que posee el 40% del voto republicano y que sin ese apoyo Trump no ganará la revancha de noviembre contra Biden. “Perdió el 40% de los votos de las primarias en los primeros estados”, dijo la semana pasada en un acto de campaña en Minnesota. Y tiene razón: Trump obtuvo el 51% de los votantes en las asambleas partidistas de Iowa, el 54% en las primarias de Nueva Hampshire y el 60% en Carolina del Sur.

Pero este supermartes no parece que vaya a cambiar las cosas, salvo improbable cataclismo. La dinámica es otra y es muy clara. Otra cosa sería si Haley hubiera ganado o perdido por poco en Carolina del Sur (el estado del que fue gobernadora) y en Míchigan. Pero Trump ganó con claridad en ambos y tiene la nominación prácticamente garantizada, algo que se consigue al sumarse 1.215 delegados. Son muchos los analistas que creen que Haley se tendría que haber retirado al perder esos estados. Pero no lo ha hecho. 

La candidata interpela directamente a Trump, aunque él ni siquiera la menciona en sus intervenciones. Asegura que Trump endeudó a la nación en 8 billones de dólares en sus cuatro años de mandato, y reafirma su compromiso con el derecho al aborto que quiere desmantelar Trump. Quiere mejorar la atención sanitaria, el trato a los veteranos y contar con presupuestos que esquiven la amenaza constante de cierre del gobierno. Y promete a las familias estadounidenses que mejorará la seguridad para frenar el tráfico de fentanilo que deja en el país un reguero de muerte.

Pero todas esas promesas pueden quedar en nada en dos días. Si Trump suma los 874 delegados en liza se habrá acabado la pugna y podrá acudir a la Convención Nacional Republicana de Milwaukee, del 15 al 18 de julio, para ser investido. Y si no, siempre estarán las primarias del 12 de marzo, en Georgia, Hawai, Mississippi y Washington, o las del 19 de marzo en Arizona, Florida (con 125 delegados), Illinois, Kansas y Ohio.

Una publicidad de siete cifras

La jefa de campaña de Haley, Betsy Ankney, ha anunciado la compra publicitaria de siete cifras en todos los estados del ‘supermartes’. Ha sido la señal más clara de que sigue adelante con la carrera pese a sus malos resultados. Haley parece disponer de los fondos necesarios: su campaña dijo que había recaudado en 24 horas un millón de dólares de simpatizantes de base. Todo esto tras perder en Carolina del Sur.

Pero las encuestas en los estados que ha visitado esta semana, incluyendo Colorado, Minnesota, Carolina del Norte, Utah y Virginia, la muestran muy por detrás de Trump y su campaña pronto será inviable. Algunos patrocinadores ya se están retirando, por ejemplo, Americans for Prosperity Action, la red política creada por los multimillonarios hermanos Koch, ya anunció que dejaría de apoyar su candidatura.

Para compensar esas malas noticias, algunos de los partidarios de Haley están saliendo a los medios locales para decir que están agradecidos de que siga en la lucha y quieren posicionar dos mensajes claves: los líos legales de Trump y la edad que tiene él y también Joe Biden. “Trump tiene un montón de problemas en los tribunales”, declaró Denise McDonald, de 65 años, en Míchigan. Esta gestora de planes de pensiones ya jubilada mencionó en la misma entrevista el tema de la edad. "Tanto él como Biden caminan por una línea muy fina sólo por su edad".

La pelea con Trump se ha vuelto cada vez más virulenta y directa como se ve en un post que Haley ha colgado recientemente sus redes sociales en el que muestra al magnate y escribe: "¿Desvaríos, delirios y caos por parte de un nombre del pasado? Podemos hacerlo mejor". 

Los españoles que residen en Estados Unidos no son ajenos a la contienda electoral de los republicanos y también opinan. “Es difícil predecir el futuro, pero parece que el apoyo a Trump de los votantes conservadores y ultraconservadores es aplastante. Sería una sorpresa que Haley consiguiera la nominación. Ha prometido luchar hasta el final, pero tarde o temprano todos los candidatos que no tienen apoyo abandonan las elecciones del partido”, comentó a 20Minutos Pablo García Molina, presidente del Círculo de Españoles de Filadelfia y Profesor de Georgetown University.

El control de Trump dentro del partido

Haley ha advertido que el Partido Republicano se está convirtiendo en el "corralito" de Trump. “Miren lo que está pasando en el RNC (siglas en inglés del Comité Nacional Republicano). La idea de que estén eligiendo un presidente y un director antes de que terminen las primarias es un movimiento de control masivo por parte de Donald Trump", dijo Haley después de conocer la renuncia de la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, que dejará formalmente a su cargo después del “supermartes”.

Trump había anunciado a principios de febrero que prefería que el poco conocido jefe del Partido Republicano de Carolina del Norte, Michael Whatley, sustituyera a McDaniel y que su nuera, Lara Trump, esposa de su hijo Eric, también recibiera un puesto de liderazgo dentro del partido.

A esto se suma la reciente renuncia del republicano Mitch McConnell, de 82 años, que dejará su puesto de líder de la minoría del Senado de Estados Unidos en noviembre. Aunque la justificación ha sido el relevo generacional, los focos están puestos en la presión que puede estar ejerciendo Trump. En Washington es conocido que McConnell tiene una relación tensa con el favorito del Partido Republicano para la designación presidencial. De hecho, CNN informó en enero pasado que los dos no habían hablado en más de tres años.

La dimisión de McConnell ha servido a Haley para apuntalar más de la presión trumpista, pero también ha aprovechado para reiterar la urgencia de la renovación generacional. "Hizo muchas cosas buenas, pero tiene razón en que necesitamos una nueva generación, no solo en el Congreso, sino también en la Casa Blanca", escribió en X. Este martes se verá hasta dónde llega esta mujer de 52 años. 

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