El triunfo póstumo de Tassos, el alcalde griego que hace 16 años desafió a todos casando a dos hombres y a dos mujeres

En 2008 Tasos Aliferis casó en Grecia a dos hombres cuando no había ley para ello.
Aliferis casó a Themis y Dimitris, y a Evangelia y Olga-Marie en 2008.
Henar de Pedro
En 2008 Tasos Aliferis casó en Grecia a dos hombres cuando no había ley para ello.

"El alcalde de una isla griega celebra las primeras bodas homosexuales del país". Es un titular de prensa y podría pensarse que de ahora mismo porque el Parlamento de Grecia acaba de legalizar el matrimonio para personas del mismo sexo. Pero no. La noticia es de marzo 2008. Aquel alcalde osado que casaba a personas del mismo sexo aunque no hubiera ley que lo respaldara se llamaba Tassos Aliferis.

Siempre hay personas en la vanguardia de la sociedad; las que tiran del carro; las que arriesgan y hacen que las cosas cambien desde el ejemplo. Y Aliferis, alcalde de Tilos de 1995 a 2012, fue una de ellas. Desafió a las autoridades del país y a la iglesia ortodoxa, y hoy es un héroe para el movimiento LGTBI.

Fue el 6 de marzo de 2008. Ante cientos de testigos, Tassos Aliferis celebró la ceremonia de unión entre dos hombres. Tres años antes, España había aprobado el matrimonio homosexual, dos años después que Bélgica y cuatro que Países Bajos, que en 2001 fue el primer Estado de la Unión Europea que legalizó la unión de dos personas del mismo sexo.

Themis y Dimitris

Aliferis era el alcalde de Tilos, una pequeña isla griega del archipiélago del Dodecaneso, situada entre Rodas y Nisiros. Y allí casó a una pareja de hombres, Themis Katsagiannis y Dimitris Tsambrounis y a otra de mujeres, Evangelia y Olga-Marie. Lo hizo ante cientos de testigos, entre ellos miembros de la comunidad gay y lesbiana del país, periodistas y residentes. 

El alcalde griego Tasos Aliferis, en 2008, casando a dos hombres y dos mujeres.
El alcalde griego Tasos Aliferis, en 2008, casando a dos hombres y dos mujeres.
X/@NYpofantis

La semana anterior, el fiscal del Tribunal Supremo de Grecia había intentado impedir que se celebrara la boda. De hecho, emitió una directiva en la que afirmaba que el matrimonio entre parejas del mismo sexo sería "automáticamente anulado y considerado ilegal".

La ley, argumentó Tasos, no especificaba que los contrayentes tuvieran que ser de diferente sexo

Al ver que la unión había tenido lugar otro fiscal, el de la cercana isla de Rodas, ordenó investigar si existían motivos para acusar a Aliferis de un delito de extralimitación de funciones. El alcalde defendió su decisión de celebrar el enlace por un vacío de la ley sobre el matrimonio civil de 1982. La norma, según Tasos, no especificaba que los contrayentes tuvieran que ser de diferente sexo.

Esas bodas son "ilegales e infundadas", clamaba Sotirios Hatzigakis, el entonces ministro de Justicia de Grecia (del conservador Nueva Democracia). "No hay marco legal que autorice matrimonios homosexuales en Grecia (…) la ley concierne clara y exclusivamente a las parejas heterosexuales", aseguraba entonces.

El mejor alcalde del mundo

  • Anastassios Aliferis llegó a Tilos en 1983 como médico rural, pero se enamoró del lugar y se instaló definitivamente en esa pequeña isla de 64 kilómetros cuadrados y apenas 500 habitantes. Tasos fue un buen alcalde. La prueba es que fue elegido cinco veces. "Era el hombre que amaba Tilos, quizá incluso más que a sí mismo", decía de Aliferis el diario 'Dimokratiki'.

    "¡Nunca se marchó! Crió a sus hijos en la isla, estrechó lazos con la gente y la tierra, asumió la alcaldía y cambió la historia de esta isla de una vez por todas", se leía en ese periodico al recordar al alcalde que lo fue durante 17 años. Aliferis siempre fue a contracorriente y no sólo por su compromiso con el colectivo LGTB: trajo un instituto, un sistema de transporte público casi permanente, hizo la isla energéticamente autosuficiente y convenció a sus vecinos de que se quedaran en Tilos.

Que hable la Justicia

El asunto entró en los laberínticos pasillos de la Justicia. El matrimonio entre Katsagiannis y Tsambrounis fue anulado en primera instancia, pero la pareja recurrió ante el Tribunal Supremo. Tuvieron que pasar nueve años para que la decisión fuera firme. En 2017, el Alto Tribunal sentenció en contra de la pareja. Los novios anunciaron que estudiaban recurrir a la justicia europea.

Mientras, el debate había arraigado y dado frutos. Tras el gobierno de derechas, llegó el progresista de Alexis Tsipras. En diciembre de 2015, Grecia aprobó las uniones civiles a todas las parejas, de distinto o de igual sexo, pero con menor reconocimiento que el matrimonio.

El Supremo griego anulaba el matrimonio oficiado por el alcalde Aliferis al considerarlo contrario a la leyes del país. Según los jueces, su legislación "refleja la moral y los valores sociales y las tradiciones del pueblo griego, que no apoya la legalización del matrimonio para las parejas homosexuales". De paso, el Alto Tribunal recomendó a los novios contraer una unión civil.

Llorado por todos

Ahora, siete años después de la sentencia del Supremo, ha llegado la legalización. Grecia se ha convertido en el primer país ortodoxo en legalizar el matrimonio homosexual. Pero Tasos Aliferis no está para celebrarlo. Murió en 2012, cuando no habían pasado ni cuatro años de la boda de Katsagiannis y Tsambrounis.

Aliferis falleció en marzo de 2012, a la edad de 61 años, en un hospital de Estados Unidos, donde se encontraba ingresado. En Tilos todos lloraron su muerte, los progresistas y, cuentan las crónicas, también los conservadores. El alcalde que "hablaba de la isla como Romeo de Julieta", sigue hoy en la memoria de todos. El paseo marítimo lleva su nombre.

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