"Me voy a remitir a las declaraciones del alcalde de Madrid, que descarta que el Ayuntamiento compre el edificio de Tribulete 7". Así de tajante se ha mostrado el concejal delegado de Políticas de Vivienda, Álvaro González, durante la comisión de su ramo al ser interpelado por el socialista Pedro Esteban Barrero, al respecto de las medidas previstas por parte del Ayuntamiento para los 54 vecinos del bloque de Lavapiés que serán desalojados tras la compra por parte de la socimi Elix Rental Housing.

Desde el Grupo Socialista piden al Consistorio que se haga cargo de este edificio para que las personas que viven en estos pisos "no pierdan su estabilidad, seguridad y recuerdos", además de "dejar una herida profundamente visible en el tejido social del barrio". Como respuesta, Gonález ha pedido a la oposición "que deje de hacer demagogia y populismo con este tema, porque se está jugando con la esperanza de la gente".

Los vecinos de tres bloques comprados por un fondo buitre se rebelan contra su expulsión: "Les espera una resistencia heroica"

"Lavapiés se ha convertido en la nueva mina de diamantes de los fondos de inversión por culpa de la indiferencia de este Ayuntamiento", ha argumentado Barrero. Este bloque en el centro de Lavapiés es el tercer edificio completo adquirido por la socimi en apenas unos meses, tras los de Tetuán y Ciudad Lineal. Elix Rental Housing es propiedad de la empresa inversora AltamarCAM, dirigida por Claudio Aguirre, primo de la expresidenta autonómica Esperanza Aguirre.

El plan de Elix, según advierten desde el Sindicato de Inquilinas, es vaciar los bloques, donde los vecinos pagan rentas muy por debajo de la media en el centro de la capital. Después, su idea, según el sindicato, es acometer reformas y volver a sacar los pisos al mercado como viviendas de lujo o como alquiler turístico.

"La situación que estamos viviendo es dura, es bastante duro enterarse de la noche a la mañana que quieren quitarte tu hogar", declaraba a 20minutos uno de los vecinos de Tribulete, 7, Antolín Sánchez, de 33 años. Aunque aseguraba que intentarán resistir el máximo tiempo posible: "Van a querer hacernos la vida imposible, pero vamos a quedarnos".