Como saben, el domingo pasado hubo elecciones autonómicas en Galicia, las primeras sin Alberto Núñez Feijóo y las primeras para poder ver si el PSOE de Pedro Sánchez sufría un revolcón o no por sus pactos con el hombre que ya han convertido en el más odiado de España: Carles Puigdemont.
Los resultados fueron contundentes: el PSOE se hundió en Galicia. Sin paliativos. Sin excusas. Y si el PSOE se hundió, Sumar, de la gallega Yolanda Díaz, se vaporizó, y Podemos tuvo menos votos que los que no votan. Lo mismo pasó con VOX.
Pero el motivo de este artículo no es hablar de lo que saben. No, el motivo es llamar la atención, una vez más, por lo que a mi entender es malversación de recursos públicos sin que nadie, nadie, haga nada. Una golfería.
Quién comete esta fechoría se preguntarán, ¿verdad? Pues un organismo público, es decir, de los que pagamos entre todos. Este organismo es el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Su presidente es José Félix Tezanos Tortajada, militante del PSOE, doctor en Ciencias Políticas y Sociología, profesor y escritor. Cuando Pedro Sánchez lo nombró presidente, el 2018, era secretario de Estudios y Programas de la ejecutiva socialista.
Desde que el señor Tezanos preside el CIS, todo son errores para intentar influir en los resultados electorales y así beneficiar a su partido: el PSOE. Si no es así, estaríamos pagando la malversación de recursos públicos no solo a un delincuente demoscópico sino a un incompetente, lo cual no disminuye en nada la gravedad del asunto.
En el 2023, el CIS tuvo un presupuesto de 12,65 millones de euros más una aportación extra de 3,28 millones. Es decir: casi 16 millones de euros para no acertar ni en una sola de sus encuestas. Pero mucho me temo que acertar no es el objetivo. El objetivo es condicionar el voto con información sesgada y amplificada por todos los palmeros de la prensa afín.
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