Los republicanos piden la inhabilitación de Biden tras el informe que habla de su memoria "defectuosa": ¿es posible echarle?

El presidente de EEUU, Joe Biden.
El presidente de EEUU, Joe Biden.
AP
El presidente de EEUU, Joe Biden.

El estado de salud del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vuelve a ser motivo de debate público. Este jueves, en un informe elaborado por el fiscal Robert Hur, que investiga si el mandatario retuvo intencionadamente documentos clasificados de su época como vicepresidente, se detalla que la memoria del presidente como "confusa", "borrosa", "defectuosa", "pobre" y con "limitaciones significativas". Algo que ha provocado la alarma de algunos miembros del Partido Republicano. 

Varios legisladores del partido de Donald Trump han reclamado este viernes a los miembros del gabinete del presidente a que le inhabiliten del cargo, enmienda mediante, pero ¿se puede echar al presidente de Estados Unidos? 

La 25ª Enmienda de la Constitución estadounidense, aprobada en 1967 tras el asesinato de John F. Kennedy, establece el procedimiento a seguir para relevar al presidente si este es "incapaz de cumplir con los poderes y deberes del cargo". Este mecanismo se aprobó para los supuestos de incapacidad por enfermedad o muerte de un presidente, aunque también contempla la posibilidad de destituirlo sin que el propio mandatario lo haya autorizado. 

El procedimiento para la inhabilitación puede ser activado por el propio presidente o por miembros de su gabinete (como reclama los republicanos). En el primer caso, Biden tendría que comunicar por escrito que delega los poderes de forma temporal hasta que decida retomarlos a través de una carta que se remite a las presidencias del Congreso y el Senado. 

Sin precedentes 

En el segundo caso, la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, con una mayoría del Gobierno, tendría que comunicar al Congreso la incapacidad de Biden. A partir de ahí, Harris recibiría todos los poderes automáticamente. 

Tras esto, la vicepresidente y la mayoría del Gobierno cuentan con cuatro días para debatir la petición y comunicarla al Congreso, que es quien tiene la última palabra. Tanto la Cámara de Representantes como el Senado convocarán una sesión para debatir la cuestión 48 horas después de recibir la petición y tomar una decisión en un plazo de 21 días. 

Finalmente, será una mayoría de dos tercios en la Cámara de Representantes y en el Senado la que decida si le devuelven los poderes al presidente o el vicepresidente se mantiene en el cargo.

Hasta el momento, no hay precedente en la historia estadounidense de que un presidente haya sido incapacitado en contra de su voluntad. Desde su aprobación en 1967, se ha aplicado en tres ocasiones. En 1985, el vicepresidente George Bush ocupó la Casa Blanca durante unas horas mientras Ronald Reagan se sometía a una operación. Las otras dos veces que se ha invocado este artículo fueron en 2002 y 2007 con George W. Bush, también al tener que ser operado, y asumió el cargo el vicepresidente Dick Cheney.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento