La familia real británica no deja de generar noticias, las últimas no muy halagüeñas, porque tienen que ver con la salud y algunas 'bajas' por enfermedad u operación.
Pero la más reciente no deja indiferente a nadie. Se trataría de una posible boda, o mejor, reboda, en el seno de la casa del rey. Su hermano Andrés, que está apartado de toda actividad pública tras aparecer implicado en la trama sexual de Jeffrey Epstein, podría volver a casarse con su exmujer, Sarah Ferguson.
De hecho, la pareja, que se separó en 1996 tras diez años de matrimonio, vive en la misma casa: el Royal Lodge de Windsor, un edificio protegido del siglo XVII, donde sus hijas -Beatriz y Eugenia- celebraron sus bodas y donde también viven los perros corgis de la reina Isabel II, que Sarah y Andrés adoptaron cuando la soberana falleció, en 2022.
Sarah, que nunca se ha desvinculado del todo de la familia, ha sido invitada de nuevo a acontecimientos como el funeral de Isabel II y la última misa de Navidad.
Lo último sobre ella es que padece cáncer de piel, lo que todavía la habría unido más a su exmarido, preocupado por ella. Sarah, a su vez, ha permanecido del lado de Andrés en todo el escándalo sexual que lo mantiene lejos de la vida oficial. Ambos tienen, además, una estrecha relación con sus dos hijas, que ya les han hecho abuelos.
La única condición que existiría para la boda la ha puesto Carlos III. Aunque está a favor de que se celebre, sí quiere que el enlace, de celebrarse, sea de perfil bajo. Vamos que se enteren solo los más allegados. Así lo ha contado un cronista británico muy relacionado con temas de la familia.
Comentarios