El pasado martes se ponía en juego en el sorteo de Euromillones un bote de los que solucionan tu vida y la de tus hijos (y la de tus nietos): nada menos que 144 millones de euros.
Sorprendentemente, habida cuenta de lo difícil que es, en términos de probabilidad, acertar los cinco números y las dos estrellas, hubo dos personas que lo hicieron, llevándose cada una de ellas un premio de más de 72 millones de euros.
Una de ellas validó su boleto en un centro comercial de Leganés, y de esta persona no se sabe nada. ¿Y del otro acertante? El nuevo millonario selló su boleto en Reino Unido.
La novedad es que este británico ya ha reclamado su premio, tal y como publica el Mirror. Según este medio, ahora se inicia un proceso de validación, que incluye controles para garantizar que se cumplan los términos y condiciones de las reglas de los juegos.
Luego, el premio se pagará en una cita con uno de los asesores de Ganadores de la Lotería Nacional británica, sujeto a validación. Los ganadores de Euromillones no tienen la obligación de revelar su identidad al público en general, pero una vez validado y pagado el boleto, el ganador puede decidir si quiere o no compartir la noticia.
Hasta entonces, no habrá información sobre si es un ganador individual o colectivo, o dónde se compró el boleto, a menos que el ganador decida hacerlo público.
Comentarios