Ecologistas de Cataluña denuncia al director de la Agencia Catalana del Agua por la decisión de reducir los caudales de los ríos

  • La federación ha acudido a la Fiscalía de Medio Ambiente.
  • Asegura que en los tramos de los ríos Llobregat, Muga y Ter afectados hay 48 especies en peligro de extinción.
El río Muga, seco, en Castelló d'Empúries.
El río Muga, seco, en Castelló d'Empúries.
ACN
El río Muga, seco, en Castelló d'Empúries.

La federación Ecologistas de Cataluña (EdC) ha denunciado al director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, ante la Fiscalía de Medio Ambiente. La entidad ha tomado la decisión después de que el 16 de enero el Govern acordara reducir los caudales de emergencia de los ríos Llobregat, Muga y Ter ante la situación de sequía

Los responsables de EdC han dicho que este lunes han pedido que se abran diligencias contra Reyes, a quien hacen responsable de la medida, que "atenta contra la biodiversidad". 

Han criticado que la propuesta plantee "reducir en un 92% de media los caudales de mantenimiento aprobados" y han alertado que causará importantes afecciones ambientales y sobre la calidad del agua. Además, han calculado que en los tramos afectados hay 48 especies en peligro de extinción.

En una rueda de prensa, el presidente de la entidad en Cataluña, Joan Vàzquez, ha detallado que el acuerdo aprobado por el Govern de acuerdo con las recomendaciones de la ACA es incompatible con el compromiso de este de mantener la vida piscícola y la vegetación de las áreas afectadas.

Por este motivo, ha indicado que solicitarán al fiscal que pida a la dirección general de Políticas Ambientales “los informes que confirmen y avalan que sustrayendo estos caudales de los ríos, estos podrán sobrevivir”. La entidad exige que se pare el acuerdo de gobierno y también pide al fiscal que se dirija al Consejo de Protección de la Naturaleza para saber si tendrían que informar de los efectos ambientales que pueden afectar a los tres espacios naturales referidos y si algún órgano del Gobierno se los ha informado.

Según EdC, los nuevos caudales de emergencia estipulan que en el río Llobregat, entre Sant Joan Despí y la desembocadura -un tramo de 14 kilómetros- el caudal se reduzca de la cifra actual de 4.300 litros por segundo a 250, es decir, un 94%. En el Ter, desde el Pasteral hasta la desembocadura -un tramo de 67 kilómetros- el caudal bajaría de los 5.500 litros por segundo que se consideran por ahora caudal de mantenimiento a 600, un 89% menos. En la Muga, desde Pont de Molins hasta la desembocadura -un tramo de 19 kilómetros- la reducción sería del 96%, de los 1.200 litros por segundo establecidos actualmente como caudal de mantenimiento hasta los 40.

“No hay ningún precedente a la historia hidrográfica del país en que nadie se haya atrevido a aplicar estas reducciones”, ha alertado Vàzquez, que ha recordado que se trata de ríos que pasan por espacios de la Red Natura y que, por lo tanto, están protegidos.

EdC ha recordado que la directiva de aguas vigente considera “prioritarios” los caudales ecológicos sobre el resto de usos, y ha lamentado que en los diferentes ciclos de planificación y especialmente en los planes de sequía, “se prioricen los usos por delante los caudales ecológicos”. En esta misma línea, ha recordado que antes de actuar sobre los ríos, los Estados están obligados a aplicar todos los planes y reducciones previstos.

Ha criticado que el ejecutivo no haya actuado sobre determinados sectores como el de la ganadería y que no haya aplicado restricciones sobre las macrogranjas que, según los ecologistas, hay en las comarcas de Osona, en el Bages o en el Alt Empordà. “Calculamos que en las granjas de estos territorios hay más de dos millones de cerdos”, han apuntado los ecologistas, que han calculado que para atender a estos animales hacen falta cerca de 61 hectómetros cúbicos de agua anuales. “A todo esto hay que sumar el agua que se usa en actividades derivadas como la de los mataderos y que podría llegar hasta los 100 hectómetros cúbicos anuales”, han afirmado.

“Las explotaciones de cerdos representan una cuarta parte del total de Cataluña”, ha apuntado Vàzquez, que ha avisado que para dar cumplimiento a lo que contempla el Plan de sequía cuando se entre en emergencia, habrá que cerrar la mitad de las granjas o prescindir de la mitad de los cerdos.

También ha cargado contra la explotación de acuíferos para usos privados como la que, según los ecologistas, llevan a cabo empresas como la de Coca Cola en Montornès del Vallès (Vallès Occidental) o la planta envasadora de Damm del Prat de Llobregat (Baix Llobregat).

“Ante la crisis de sequía potenciada por el cambio climático, pero también por la carencia de planificación del Govern, lo que tiene que hacer el ejecutivo es adecuar la demanda a la oferta”, ha avisado Vàzquez.

48 especies en peligro de extinción

Por su parte, Elena Mur, responsable del área de Biodiversidad y Estudios Ambientales de la entidad, ha criticado que en Cataluña no haya una Ley de biodiversidad y ha alertado de que en los últimos 20 años se han perdido un 25% de los individuos autóctonos.

Ha avisado de que el Llobregat, el Ter y el Muga son tres ríos “importantísimos” para conservar la biodiversidad catalanes y ha apuntado que un total de 48 especies en peligro de extinción viven en los tramos afectados por el acuerdo.

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