Las autoridades de Corea del Norte han lanzado este miércoles varios misiles de crucero hacia el mar Amarillo. Corea del Sur ha señalado que el lanzamiento ha tenido lugar sobre las 7.00 horas (23.00 horas peninsular), según informaciones la agencia de noticias surcoreana Yonhap. "Mientras fortalecemos nuestro seguimiento y vigilancia, el Ejército ha estado coordinado de forma estrecha con Estados Unidos para monitorizar señales de las provocaciones", han indicado las Fuerzas Armadas del país surcoreano.
Fuentes cercanas al asunto han indicado que los misiles han realizado una "trayectoria circular" sobre las aguas al oeste de la capital de Corea del Norte. "El recorrido no ha sido corto y todo apunta a que los misiles se han lanzado desde tierra", han informado.
Por su parte, el ministro de Defensa surcoreano, Shin Wok Wik, ha amenazado con "acabar con el régimen" norcoreano si este decide "hacer la guerra" en la península. Además, ha recordado que el país vecino decidió recientemente "hacer de Corea del Norte su principal enemigo" a medida que mantiene una "política hostil" contra el país "bajo la idea de hacer comunista toda la península".
El ministro ha pedido a los pilotos de cazas tomar medidas de represalia en caso de que se produzca cualquier tipo de amenaza, provocación o infiltración de aviones de combates norcoreanos. "Si el régimen de Kim Jong Un opta por la peor opción, que es hacer la guerra, debe producirse un movimiento de forma preventiva para retirar esta amenaza de la forma más rápida posible y poner fin al régimen", ha dicho.
Este es el primer lanzamiento por parte de Pyongyang de misiles de crucero desde septiembre de 2023, cuando puso a prueba dos misiles de crucero estratégicos de largo alcance con ojivas nucleares simuladas. Sin embargo, hace diez días lanzó un misil balístico de alcance intermedio hacia el mar de Japón.
La semana pasada, Corea del Norte afirmó que había probado un "sistema de armas nucleares submarinas" en respuesta al último ejercicio marítimo conjunto en el que participaron Corea del Sur, Estados Unidos y Japón. Estas actividades constituyeron "una causa de desestabilización aún mayor de la situación regional y son un acto de seria amenaza" a su seguridad, declaró un portavoz del Ministerio de Defensa.
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