No es un secreto: ¡estoy enganchado al 24 horas de OT! Me gusta mucho estar en casa y ponerme a los triunfitos de fondo. Los veo y disfruto escuchándolos ensayar sus actuaciones, gozo con el mimo que los profesores ponen en sus clases, incorporo truquitos para cantar y mejorar en presencia escénica, aprendo de salud mental y de relaciones interpersonales… Es un auténtico máster online gratuito.
Los concursantes de Operación Triunfo reciben en la academia las visitas de algunos artistas que intentan contarles algunas de sus vivencias para que aprendan lecciones de las que no se estudian hincando codos. Aitana, Chanel o Samantha Hudson han estado en la academia recientemente y sus visitas me han fascinado.
Samantha, que estuvo brutal y polémica, habló de la meritocracia, de lo injusto que es a veces el éxito y de que "paradójicamente abrazar el fracaso te convierte en una triunfadora". Lo de Chanel fue fantástico: fan declarada del programa, felicitó muy efusivamente a Ruslana, quien hace un par de galas interpretó de forma magistral el tema SloMo con el que Chanel conquistó Europa en Eurovisión 2022. Hasta bailó con ella.
Aitana fue… ¡Ella misma! La misma chica a la que conocimos entre esas mismas paredes en el año 2017. Por primera vez en mucho tiempo sentí que estaba relajada y sin tensiones. ¡Me encantó!
Las tres estuvieron espléndidas, generosas y humildes, pero en las próximas visitas también me gustaría ver a triunfitos que no triunfaron tanto como se esperaba. Quisiera conocer historias de artistas que fueron víctimas de un one hit wonder y a cantantes a los que sus discográficas les hicieron la 13-14 quebrando sus sueños. Porque no es oro todo lo que reluce y porque las realidades son de muchos colores. Porque, aunque hay cosas que solo se aprenden al levantarse tras una zancadilla, no está de más visibilizarlas y prepararse para ellas.
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