Entrevista

Sara Baras: "Bailar el mismo día que falleció mi padre es lo más difícil que he hecho en la vida, pero se lo prometí y lo hice"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Sara Baras
La bailaora Sara Baras, en el Teatro Real de Madrid.
Jorge París
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Sara Baras

Sara Baras habla bajito, como susurrando terciopelo, pero lo que dice tiene el mismo poder y solera que su baile. Su compañía cumple 25 años y la artista ha creado Vuela, un espectáculo que homenajea a Paco de Lucía y que a través de 15 piezas únicas y cuatro actos lleva al espectador, entre emocionado y mecido, por las emociones más profundas.

Vuela estará el 1 y 2 de febrero en Madrid, en el Teatro Real, y después en Sevilla (1, 8 y 9 de marzo, Cartuja Center), en Barcelona (20 de marzo, en el Liceo), Zaragoza (12 de abril, sala Mozart Auditorio), Pamplona (13 abril, Auditorio Baluarte) y Bilbao (23 al 26 de mayo, Teatro Arriaga), entre otras fechas. 

Veinticinco años de carrera, ¿le da vértigo u orgullo cuando oye esa cifra?Me da más orgullo que vértigo. Es más, no me da vértigo porque me encuentro bien, no estoy nada cansada como podría imaginar que estaría. Sigo igual de ilusionada y me siento sobre todo súper agradecida a todo el público que ha respondido desde el principio, porque esta es una compañía privada. También se lo agradezco al equipazo que tengo la suerte de tener, a todas esas personas que que me han ayudado, que me siguen ayudando y que me ayudaron al principio cuando era más difícil. Las tengo muy presentes.

¿Cómo los valora?Miro atrás y tengo muy buena sensación de todo lo que ha pasado. No quiere decir que no haya momentos de sacrificio y que no haya momentos que lo hayamos pasado regular, por supuesto que hay de todo. Pero si tuviera que decir algo de esos 25 años es que siento orgullo. Me siento muy orgullosa.

Es una artista consagrada, con experiencia. Hablaba de su equipo, ¿cómo mide cuándo hacerles caso y cuándo empeñarse en lo que uno cree?Es muy buena pregunta... cuando empiezas a cumplir años en esto es cuando el equipo se va haciendo a ti y tú te vas haciendo a tu equipo. Uno de los valores más importantes justamente es eso, trabajar en equipo, escuchar a cada uno, porque cada uno se ocupa de una cosa y el hacerlo no solo con respeto, sino también con admiración, aprender de eso. Eso a mí me sigue pasando. Tengo la suerte de tener un equipo de profesionales que entrega el 100% de lo que es cada uno. Y yo estoy ahí dispuesta a escuchar, dispuesta a compartir, dispuesta a volar. Sí, volamos juntos y creo que una de las de las claves para que pueda celebrar 25 años de compañía privada es darle toda la importancia del mundo al trabajo en equipo.

La bailaora Sara Baras, en el Teatro Real de Madrid.
La bailaora Sara Baras, en el Teatro Real de Madrid.
Jorge París

Es una buena filosofía…Muchas veces digo que en eso también tengo suerte, porque en la parte artística somos un equipo en el que todos nos inspiramos, todos nos gustamos, todos nos respetamos unos a otros. A mí me encanta Keko Baldomero, a él le encanta la guitarra y le encanta el baile. La voz del Pruna [Rubio de Pruna] me vuelve loca, la del Mati [Matías López, El Maty]... y así con todos. Ahí es donde se hace la verdadera unión y el cañonazo de energía cuando se levanta el telón.

¿Por qué este homenaje a Paco de Lucía? ¿Le unía algo especial a él?Como músico no se descubre nada, todos sabemos quién es Paco de Lucía. Yo he tenido la suerte de tener una relación muy cercana con Paco y he tenido sus consejos desde el principio. He estado con él en muchos países, de muchas maneras y siempre me ha tratado con mucho cariño y de una manera muy bonita y he tenido la suerte de trabajar con él. Creo que ha sido el maestro que más me ha influenciado. Lo normal a lo mejor hubiera sido decir Carmen Amaya o decir Antonio Gades, irme por el baile. Sin embargo, creo que Paco de Lucía ha sido mi pasión y la respuesta de Paco conmigo ha sido siempre tan bonita que tras su pérdida yo quiero bailarle, quiero agradecerle todo lo que me ha me ha dado. Aparte de su música, de ser un antes y un después en el flamenco... de todo eso, personalmente tenía un gran sentido del humor. Paco es de Algeciras y yo soy de Cádiz hay muchas cosas en común y la complicidad era muy bonita.

Y al fin y al cabo la música es como el lienzo en el que las bailaoras pintan…Súper bonito lo que has dicho.

En estos 25 años le han dado el Premio Nacional, el Mérito de la Medalla de las Bellas Artes, sus espectáculos se llenan... ¿En algún momento ha pensado ‘ya lo he conseguido’?Respeto a quien se queda en lo que le funciona y piensa que ya lo ha dado todo, pero no es mi caso. Yo quiero siempre aportar un poquito más, necesito aprender un poco más, arriesgarme un poco más, subir un escalón. Sí te digo que me parece diferente cuando hablamos de los premios. Yo de pronto entro en el estudio, los veo y digo ¡qué barbaridad! Me parece increíble y me siento muy orgullosa de eso. Pero lo que realmente más me ha movido es pensar que gracias al baile, gracias al flamenco yo tengo un nombre y que después puedo ayudar a gente que lo necesita y nada se compara a eso. Ayudar no es una obligación, sino un privilegio. Eso me lo ha dado esta carrera. Pienso que si bailo mejor tengo todavía más voz para ayudar más.

¿Se refiere a hacer de mentora?No, no lo digo solo dentro del arte, sino ayudar a luchar contra enfermedades raras, apoyar causas sociales… Soy madrina de una asociación que se llama Mi Princesa Rett, que es una enfermedad mayoritariamente de niñas, genética, que es un horror. Colaboro con ellos desde hace diez años, cuando empezó y ahí es donde te digo, me da la sensación de que a veces mi baile llega a gente. Me preguntabas si ya me había quedado satisfecha y no, todo lo que pasa te da la oportunidad de seguir creciendo.

¿Recuerda el primer momento en el que supo que iba a ser bailaora?Sí, no recuerdo el momento exacto, pero sí recuerdo la época en la que yo supe que me iba a dedicar a esto y era una niña. Al principio era un tema difícil porque no estamos como ahora, decía mi padre "estudia una carrera y después baila".

Pero usted lo tenía claro...Yo no puedo desaprovechar el tiempo y la formación de cuando eres muy, muy joven, ni las oportunidades que se te van presentando. Después mis padres fueron alucinantes y me apoyaron en todo siempre. Pero un poco como "eso no es una carrera", y yo lo tenía clarísimo. Empecé a bailar con siete, ocho años y ya quería dedicarme a bailar. O sea, yo no conozco entre comillas, la vida sin baile.

¿Es mejor ser feliz y no tener estabilidad que tener estabilidad y no ser feliz?Yo creo que es muy importante la estabilidad. Hay que luchar para conseguir la estabilidad y ahí te trabajas la felicidad. Ahora, la vida es muy diferente si te dedicas a algo que te apasiona o si te dedicas a tengo que pagar facturas y no tengo más remedio que hacer este tipo de trabajo. Por eso digo que realmente los que nos dedicamos a algo que nos gusta tanto tenemos suerte.

Además de Paco de Lucía dice usted que la maestra que más le ha influenciado ha sido tu madre, Concha Varas. ¿Cuál fue la lección más importante que le transmitió?Le debo a mi madre el haberme enseñado el mundo del arte y de aprender a respetar y amar el mundo del arte. Y le debo que ella siempre tuvo claro que si te dedicas a algo te dedicas al cien por cien, no a medias. Siempre lo tuvo claro y eso para mí ha sido muy importante.

¿Bailaora naces o te haces?Creo que las dos cosas. Tienes que nacer con algo, que cuando lo trabajas, sale. Si no lo trabajas, no sale. Y si lo trabajas y no lo tienes, pues técnicamente puedes ser muy buena, pero el alma es muy importante en este tipo de de trabajo. Pero sin esfuerzo desde luego no hay nada. Ahora, dentro del trabajo hay gente con técnica y un algo especial y gente muy buena sin ese algo especial.

‘Mar’ es el segundo acto, ¿su carrera ha sido más fluir y no tener ancla o es importante tenerla?Hay una de las frases famosas de Paco, que decía siempre en las entrevistas, es "yo sin el mar no podría vivir, es como mi medicina". Yo soy de Cádiz. He vivido al lado del mar y el mar te inspira, el mar te enamora, te da su olor y su movimiento. Decía Carmen Amaya que ella aprendió a bailar con las olas del mar. Para mí el mar es un mundo y hacemos una de las coreografías queriendo ser agua. Del espectáculo es la parte que va dedicada a Paco, que buceaba, que su locura era el mar y lo que pescaba era lo que comía. Nosotros en este espectáculo estamos muy cerca del mar. La brisa de Cádiz está en mi forma de bailar, porque el flamenco en Cádiz se alimenta de todo eso. Por otro lado, siempre hay un momento en el que necesitas tener un espacio, un rincón, un algo que sepas que tú eres de ahí y no olvidar de dónde vienes. Pero si tienes la oportunidad de poder volar, hay que hacerlo.

La muerte es un tema del que poca gente habla, ¿qué le ha llevado a bailarla?Me ha llevado a bailarla Alma, que era el espectáculo dedicado a mi padre. Mi padre falleció y yo lo acababa de estrenar e iba dedicado a él. Aprendí a bailarle tanto que el mismo día que se fue yo bailé. Se lo prometí y lo hice. Creo que ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida, pero lo conseguí. Yo creo que con el paso del tiempo la muerte se acepta. En Vuela hay una coreografía que habla de la rabia, de perder un ser querido, de lo poco que entiendes por qué de pronto una persona desaparece. Después hay otra coreografía que dice "ahora quiero aceptar la muerte y entender que que nos tenemos que ir". Nos tenemos que quedar con todo el cariño, con lo que nos enseñó, con la suerte de haber tenido la oportunidad de haberlo conocido. Eso me pasó con mi padre y con Paco.

La bailaora Sara Baras, en el Teatro Real de Madrid.
La bailaora Sara Baras, en el Teatro Real de Madrid.
Jorge Paris

Volar, ¿es de las que sueña con eso?Sí y no se puede hacer de una forma más bonita que bailando. El baile, la música, los sentimientos, incluso la imaginación... En el momento en el vuela tu imaginación tú sales volando. Los pájaros, la naturaleza, el cielo... cuando tú estás por ahí imaginándote cosas… para mí eso es un regalazo.

¿Cuando baila tiene pensamientos conscientes, se acuerda de que tiene una lavadora por poner o se abstrae del mundo?Hay de todo. Yo dirijo mi compañía, y hay momentos en que estoy totalmente fuera del mundo, que no sé ni qué pensar, súper concentrada, escuchando el quejío del Pruna o del Mati, la guitarra, el silencio… y hay momentos en que parece que estoy concentrada, pero que estoy pensando la fila, la luz, estoy avisando a un técnico, avisando la entrada de no sé qué o se ha enganchado un vestido… Durante las dos horas de espectáculo paso por un montón de sensaciones, igual que los últimos 25 años. Es como la vida. Ha habido cosas que bailaba más concentrada, como ahora mismo Alma lo bailo más conectada porque creo que mi padre está ahí.

El trabajo de bailaora es muy exigente físicamente, ¿cómo se cuida, qué cosas tiene que hacer o no hacer para mantenerse en forma?Tengo un entrenador que se llama Raúl Gil en el puerto de Santa María, que me entrena todos los días. A partir de mis vídeos va trabajando. Si yo ahora estoy, por ejemplo, utilizando más giros a la izquierda, trabajamos la pierna izquierda, o la derecha. Él me hace eso desde hace unos años y soy otra, porque claro, yo también tengo una edad y el bailar flamenco es muy fuerte físicamente es muy fuerte. Yo me dejo llevar por él para trabajar todo tipo de cosas y él después ve mi ensayo y dice ‘Sara tenemos que trabajar’. En el estudio estoy unas cinco horas o por ahí. Llego ya caliente porque él me hace el estiramiento y el calentamiento. Y después trabajo con mis chicas, con mis músicos... Como nos pasa a todos para estar mejor, si duermes bien, si te cuidas, si comes bien... sin nada exagerado o estricto. Llevo tanto tiempo sin parar, que es que estoy muy en forma.

¿Hay algún placer culpable que se permita dentro de esas exigencias?Yo, como dice Ignacio, de vez en cuando suelto los mandos. Necesito soltar los mandos. De vez en cuando te pegas una fiesta, por ejemplo, con la compañía salimos todos y nos tomamos un vinito y una cervecita, de vez en cuando. Siempre con un orden, porque si no, físicamente no estás para poder hacer algo así.

¿Cómo escribe, cómo fija las coreografías, las dibuja, las graba…?Eso es muy interesante. Por ejemplo, Rosa Lagarrigue, la directora de RLM, que es la empresa que me lleva a mí, es la mejor, la que sacó Alejandro Sanz a Miguel Bosé, a Mecano... Bueno, pues Rosa tiene una carrera que no la hay en España, que es una carrera para escribir las coreografías de baile clásico. Esta misma pregunta me la hice la primera vez que creé un espectáculo y tenía que hablar con los autores y digo ¿cómo se lo cuento? Ellos tienen vídeos, así explican más o menos las cosas, pero no hay algo escrito de este o aquel paso. Ahora, ¿yo como hago mi espectáculo? Yo sí me escribo mis cosas y entre mis chicas y yo sabemos qué es cada cosa. Si yo escribo que ahora vienen "dos pasos de escobilla con un marcaje, con una llamada", tú sabes qué es. Por lo tanto, sí puedo escribirlo, pero no existe al nivel que pueda existir en la música, donde hay notas. Sería chulísimo poder hacerlo.

¿Cómo se vive el flamenco fuera de España?Es lo más emocionante de las giras: ver como la gente quiere y respeta nuestro flamenco. En eso también le doy gracias a artistas como Paco, como Camarón, como Carmen Amaya, como Gades, como Morente, como Farruco... artistas que han abierto las puertas de del mundo al flamenco. Es increíble la reacción de la gente y de los aficionados. Hay un montón de escuelas en un montón de sitios y un montón de gente que baila.

Los japoneses están volcadísimos con eso...Pero no solo Asia, incluso en Australia. Nosotros este año hemos cerrado el Festival Internacional de Danza en el Opera House en Sidney y estuvo lleno los tres días. Y se nota que la gente sabe, que es muy aficionada al flamenco. Sorprendería muchísimo aquí en España si no has tenido esa oportunidad de salir y verlo. Le sorprendería a mucha gente cómo nos quieren, cómo nos respetan.

En TikTok hay muchos bailecitos, coreografías pretendidamente modernas, pero poco flamenco. ¿Hay que llevar el baile flamenco y el baile tradicional a esas nuevas plataformas?Sí, la verdad es que sí. Por ejemplo, mis sobrinas Sarita y Alejandra, que son las hijas de Triqui, tienen TikTok. Mi sobrinas bailan de todo y bailan flamenco. Es curioso. Bailar un tema de moda puede tener mucha facilidad, pero saber bailar flamenco tanto por ritmo, como por velocidad, es muy difícil. Y ellas bailan de todo en TikTok. Y es verdad que tiene que ser así. No tiene por qué estar el flamenco metido en un espacio solo dedicado al flamenco. Es una manera más de de expresarse. Tiene que abrirse a más canales, pero es difícil. En el sur de España pues hay más, porque la afición está en cualquier esquina, siempre hay una niña que sabe bailar y eso ya hace que este arte tenga un futuro diferente.

Y el flamenco no deja de ser una influencia…Uy, tú pones Fortnite, y de pronto aparece una flamenca. Mi hijo de pronto me dice "mamá que aquí hay un paso que de los tuyos" (risas). Realmente sí habría que meterse en todos sitios, porque es la manera en que mantienes lo nuestro vivo.

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