Las mejoras en el barrio de Sant Antoni comienzan a llegar. Tras años de reclamaciones vecinales, el proyecto para convertir una parte de la ronda de Sant Antoni en una gran plaza con una plataforma única y pacificada -que estaba previsto para 2018- ya está en marcha.
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este lunes que las obras entre las calles Comte d’Urgell y Floridablanca, y en la calle de Tamarit, entre Comte d’Urgell y la ronda de Sant Antoni, ya han empezado con el objetivo de que finalicen en un año y cuatro meses.
Con la transformación, no se permitirá la circulación de vehículos con motor por la vía -excepto los de emergencia y los autobuses-, pero sí de bicicletas, siempre dando prioridad a los peatones.
La intervención también prevé construir un carril bus de bajada desde Villarroel hasta Comte d’Urgell, para así poder eliminar el paso de bus en contra dirección que hay actualmente en esa calle. En el mismo tramo, pero en paralelo al nuevo carril, habrá una acerca de más de 17 metros de ancho en el lado del Raval, donde se ubicarán unos cenadores de madera para generar nuevas zonas de estancia y descanso, así como de sombra.
En cuanto al espacio entre Villarroel y Floridablanca, este se diferenciará del resto porque se añadirán parterres, zonas verdes y zonas de juego. Además, se unirá con la plaza Pes de la Palla, que también se reformará para mejorar el espacio público e incluir una nueva área de juego infantil. Y finalmente, tras las reivindicaciones vecinales, se añadirá un espacio específico para la carga y descarga al lado del tramo de paso del autobús, en la parte de Ciutat Vella.
La intervención, que cuenta con un presupuesto de 11,6 millones de euros, también prevé la pacificación de Tamarit para que conecte la nueva ronda con la superilla de Sant Antoni, además de un incremento de espacios drenantes en la zona. Según ha explicado el Ayuntamiento, se plantarán 46 árboles nuevos y se llegará al total de 150. Con la reurbanización, el espacio pacificado se incrementará en más de 1.000 metros cuadrados, pasando de 15.262 a 16.300.
Calendario de obras
La previsión del consistorio es que las obras duren 16 meses aproximadamente y estén divididas en dos fases. En la primera, que se realizará durante este año, las obras se centrarán en los dos tramos de la propia ronda de Sant Antoni. Es decir, entre la calle Comte d’Urgell y Villarroel y Villarroel y Floridablanca y las aceras del lado del Eixample y del Raval.
A continuación, cuando esté acabado, empezará una segunda fase de obras en las que se abordará la calle de Tamarit y las plazas del Raval. El último paso del proyecto será cuando la transformación se haya ejecutado. Entonces se trabajará en la gobernanza del espacio, teniendo en cuenta los usos que le dé la ciudadanía y las nuevas dinámicas de funcionamiento de la nueva ronda.
Los vecinos denunciaron "botellones" e incivismo
Las reclamaciones vecinales para mejorar este espacio se remontan varios años, hasta 2018. Fue entonces cuando se retiraron las carpas que acogieron provisionalmente el mercado de Sant Antoni y empezaron los problemas por "botellones, incivismo, venta de drogas, robos y peleas".
Para poner fin a los conflictos, el Ayuntamiento, mientras llegaba la reforma de la ronda, retiró entre finales de 2022 y principios de 2023 la losa sobre la que descansaron estas estructuras temporales, que se había convertido en lugar de reunión. Ahora, tras un pacto entre el consistorio, los vecinos y los comercios para esperar hasta enero, se empieza a trabajar en esta transformación en la ronda de Sant Antoni.
Desde la plataforma vecinal 'Cuidem Sant Antoni' se muestran satisfechos y celebran el inicio de las obras. "No habrá asfalto, ni coches y tendremos más verde", han escrito en redes sociales.
Críticas al proyecto de pacificación
No obstante, hay parte del vecindario que no está de acuerdo con algunos puntos del proyecto que el Ayuntamiento pretende tirar hacia delante. "No se puede pacificar como si fuese Central Park", ha explicado a 20minutos Toni Olivella, portavoz de la plataforma Afectats per la Llosa de Sant Antoni. "No estamos en contra de las obras, pero hay que hacerlas con sentido común", ha añadido.
Desde la plataforma reclaman que los vecinos tengan acceso puntualmente a la vía. "No estamos pidiendo que sea una autopista o la Meridiana", ha dicho Olivella, añadiendo que se podrían dar casos en los que personas con movilidad reducida o con discapacidad necesiten un taxi y este no pueda acceder a la calle o vecinos realicen una mudanza y el camión no pueda acercarse hasta la vivienda. "Creemos que se escapa de lógica", ha insistido.
Olivella también ha destacado que las obras no son legales puesto que la ronda está catalogada en el Pla General Metropolità como eje viario básico y no se ha modificado para pacificarla completamente, de manera que, según él, "se saltan la normativa vigente".
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