Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

Ramblear

Una imagen de un día por la tarde por la Rambla de Barcelona.
Una imagen de un día por la tarde por la Rambla de Barcelona.
Manu Mitru
Una imagen de un día por la tarde por la Rambla de Barcelona.

La perseverancia de l’Associació d’Amics de la Rambla es encomiable. Con más de sesenta años de historia a sus espaldas, esta entidad no ceja en su empeño de recuperar la esencia del más famoso y universal paseo de Barcelona. En colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, la asociación está decidida a impulsar un proyecto multitemático cuyo principal objetivo es invitar a los barceloneses a ‘redescubrir’ su calle más emblemática. 

Federico García Lorca nos dejó dicho, en un discurso con motivo del estreno de Doña Rosita la soltera, que toda la esencia de la gran Barcelona, de la perenne, estaba en La Rambla. Quizás fue esa naturaleza especial que glosó el poeta granadino la que permitió que un topónimo de matriz árabe, como rambla, se convirtiera en el verbo intransitivo ‘ramblear’. Una acción, un movimiento indefinible, que es algo más que pasear o callejear. 

Los habitantes de Barcelona hemos rambleado bajo plataneros durante mucho tiempo y aspiramos poder seguir haciéndolo sin problemas. El conjunto de actividades dinamizadoras de carácter cívico y cultural que los Amics de la Rambla tienen previsto llevar a término son importantes; sin duda, pero no lo es menos la necesidad de generar entre los barceloneses un ‘efecto llamada’ que les invite a recuperar -y compartir con los visitantes- los espacios que les son propios. 

Urge ramblear de nuevo, recuperar todos y cada uno de los rincones de un paseo que, camino del mar, bulle repleto de historia, arte, literatura, flores y emociones

Mostrar comentarios

Códigos Descuento