Se cumplió el guion: Javier Ortega Smith ha sido reprobado por segunda vez en el Ayuntamiento de Madrid. El PP ha unido su mayoría absoluta a los votos de Más Madrid y PSOE, padrinos de la propuesta, para reprochar públicamente la actitud violenta del portavoz de Vox frente al concejal Eduardo Rubiño en el último pleno de 2023, cuando golpeó unos papeles contra su botella de agua vacía. También le han exigido que renuncie a su acta de concejal y de diputado, aunque el líder municipal del partido de Santiago Abascal se ha negado, llegando a abandonar la cámara en el turno de réplica."No me interesa lo más mínimo escucharles porque no quieren escucharme a mí". La reprobación, que ya sufrió en 2019 por sus discursos contra la violencia de género, no tiene consecuencias legales.

El año político ha comenzado en la ciudad de Madrid con un Pleno extraordinario para condenar los hechos acaecidos el pasado 22 de diciembre: Durante otra sesión, Ortega Smith se enfrentó a Rubiño tras rechazar la moción de censura que entregó la Alcaldía de Pamplona a Bildu. Al acabar su intervención, escuchó como el número tres de Más Madrid afeaba su discurso. Entonces, se dio media vuelta y, cara a cara, sacudió con violencia los papeles que llevaba en la mano, tirándole la botella de agua que tenía sobre la mesa. Después, le lanzó: "Ahora, llora". Esta mañana, una hora antes de que comience el debate, más de un centenar de simpatizantes de Vox se apiñaban frente a la casa consistorial al grito de: "Javier, amigo, España está contigo". Su líder se ha pegado un baño de masas con ellos, minutos antes de empezar el Pleno. 

Ya en el Salón de Cibeles, Ortega Smith ha hablado del Pleno de la "hipocresía" y el "oportunismo", reiterando que "no hubo ninguna agresión" y que "esto es una cortina de humo" de la izquierda para ocultar la "infamia" de Pamplona. El también vicepresidente del partido verde ha lamentado que "Almeida les compre el discurso", prueba, a su juicio, de que "no está capacitado para ser alcalde". "No voy a hablar de huevos, pero como diría un ministro del PP, manda huevos", ha dicho para referirse con sorna al día que comparó a los populares con "gallinas ponedoras". A renglón seguido, ha criticado que la Junta de Portavoces no le haya dado 5 minutos más para la réplica y ha abandonado el hemiciclo, flaqueado por sus cuatro ediles.

Así, Rubiño no ha podido expresarle a la cara lo que tenía preparado... "Es muy valiente para insultar y acercarse a un escaño a aporrearlo, pero no se queda a escuchar", ha criticado la actitud propia de un "adolescente malcriado". El edil de Más Madrid, ve a Ortega Smith como una "versión renovada del 'muera la inteligencia'" de Millán-Astray, si bien no cree que represente la "España real". "No somos un país violento ni grotesco, en España hay una mayoría que no quiere que sus representantes arrastren por el suelo la dignidad de las instituciones democráticas y que lo que espera de ellos es que no se comporten con tal falta de autocontrol", le ha recriminado antes de recordarle que su fuerza obtuvo el doble de votos en las últimas elecciones municipales. "Ubíquense, son una exigua minoría".

Su líder y jefa de la oposición, Rita Maestre, ha insistido en que la actitud de "Ortega Smith no es una anomalía, es el método de Vox". "No representa una rareza dentro de su partido o que haya tenido un mal día. No creemos que sea la fruta más podrida de un árbol podrido llamado Vox porque si fuera así, Ortega Smith no sería hoy concejal ni diputado". 

Eduardo Parra

El debate, que supuestamente serviría para señalar la conducta del número uno de Vox en Madrid, ha parecido por momentos un enfrentamiento dialéctico entre el PSOE y el PP. La cabeza socialista, Reyes Maroto, se ha encaramado al atril y le ha preguntado al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, qué hará para que ir a un Pleno no sea "un riesgo físico para un concejal". Mientras que la portavoz del PP y vicealcaldesa, Inma Sanz, le ha recordado a Maroto que el último incidente violento estuvo provocado por el concejal socialista Daniel Viondi, quien dio tres cachetes al alcalde en la cara. "Fue con ustedes con quien entró la violencia a la política y a las instituciones". 

A continuación, ha tomado la palabra el alcalde, "en un día muy triste". Para él, Ortega Smith "necesariamente tiene que renunciar al acta porque no está capacitado para representar al común de los madrileños" y su comportamiento al asentarse del Pleno ha sido "muy cobarde". En todo caso, un moderado Almeida ha querido lanzar una "idea" a todos los grupos: "No cabe equiparar a quien agredió con quien fue agredido, pero sí que todos tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, tenemos que hacer un esfuerzo por dar un plus de ejemplaridad frente a todos los madrileños".

"Me importa un re-rebledo"

Al término del debate, Ortega Smith ha comparecido ante los medios para confirmar que la "re-reprobación" le importa un "re-bledo". "Lo que me importa realmente es que los españoles, y especialmente los madrileños, se den cuenta de las farsas que montan aquí entre la izquierda y el PP", ha subrayado el líder de Vox. En 2019, Cibeles lo reprobó "por su falta de respeto a las víctimas de violencia de género" y sus "reiterados boicots" a los actos organizados por el ayuntamiento, según el PSOE. La gota que colmó el vaso de los socialistas, que entonces también encabezaron la iniciativa, fue el enfrentamiento del portavoz de la formación verde con Nadia Otmani, una mujer en silla de ruedas tras ser tiroteada por su cuñado. La moción salió adelante gracias a la unión progresista con Cs, y pese al voto en contra del PP. A Ortega Smith le importó "un bledo".

Incluso, podría haber recibido una tercera. Más recientemente, a finales del pasado noviembre, Ortega Smith se salvó de ser reprobado, a petición también de la izquierda, por sus controvertidas apariciones en las protestas contra la amnistía que se llevaron a cabo a final de 2023 frente a la sede socialista en la calle Ferraz y donde se le pudo ver, carnet de diputado en mano, recriminando a varios agentes de policía que algunos de sus compañeros se hubieran "extralimitado" en su uso de la fuerza. Pero el PP se opuso, otra vez. Y desde su escaño, a modo de burla, Smith se burló del equipo de Almeida agitando sus brazos como una gallina.