Los madrileños respiraron en 2023 el aire con los niveles de dióxido de nitrógeno más bajos desde que existen registros. Así lo reflejan los datos difundidos este martes por el Ayuntamiento, que permitieron sellar el segundo año consecutivo de cumplimiento con las normas de calidad del aire de la Unión Europea. "Queridos madrileños, arrancamos 2024 con una gran noticia que debemos celebrar: Madrid tiene otro aire; más limpio, más saludable para todos, en cada rincón de nuestra ciudad. Hoy Madrid es un ejemplo para Europa", ha aplaudido el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.

En 2022, Madrid cumplió por primera vez con la Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. Este hito ha sido reeditado en 2023, un año en el que Almeida ha destacado que se lograron "los mejores registros de calidad del aire" de la serie histórica, reduciendo los niveles de dióxido de nitrógeno a mínimos históricos. "Hemos demostrado a Europa que nuestra Estrategia contra la contaminación y por la calidad del aire es un éxito. La efectividad de Madrid 360 es innegable", ha recalcado.

Entre 2010 y 2021 la capital de España infringió reiteradamente los umbrales de dióxido de nitrógeno establecidos en el Valor Límite Anual de la directiva europea, cuyo máximo fija en 40 microgramos por metro cúbico (μg/m3). En la última década, el peor año de calidad del aire fue 2017, cuando se superó este límite en 15 de las 24 estaciones de calidad del aire que tiene la ciudad. En 2018, el umbral se rebasó en 7 puntos, mientras que en 2020 y en 2021 solo en la estación de plaza Elíptica se superó este valor. En 2022 los niveles de dióxido de nitrógeno quedaron justo en el margen, permitiendo así cumplir con la normativa europea por primera vez. En 2023 el dató se rebajó hasta los 36 μg/m3.

El alcalde ha apuntado a que este resultado ha sido posible gracias a la aplicación de políticas globales y progresivas en materia de movilidad y medio ambiente con la Estrategia Madrid 360. "Las medidas anteriores sencillamente eran ineficaces", ha afirmado, al tiempo que ha recordado que la Justicia europea condenó a España por los incumplimientos reiterados de la normativa comunitaria. "Hoy podemos decir con orgullo que hemos revertido esa situación gracias a nuestra Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360", ha celebrado.

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Las estaciones que lideraron en 2023 la reducción de dióxido de nitrógeno fueron Escuelas Aguirre -una de las más problemáticas antaño-, que en 2018 incumplía con 55 μg/m3 y ahora se sitúa en 33 μg/m3 (-40%). La estación de Plaza de España le sigue en el ranking de los mayores descensos. En 2018 incumplía con 43 μg/m3 y en 2023 registró 28 μg/m3 (-35%). La siguió Plaza Elíptica, que hasta 2022 era el punto negro de la contaminación en la capital, pero cerró 2023 con 36 μg/m3 (-32,1%).

A la vista de estos datos, Almeida ha puesto en valor las políticas emprendidas por su equipo, centradas en eliminar gradualmente las fuentes más contaminantes de la ciudad. "Hemos promovido alternativas de movilidad con ayudas y facilidades, y siempre, por supuesto, manteniendo un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección del medio ambiente", ha subrayado. El regidor ha agradecido también a los madrileños su compromiso. "Este logro no habría sido posible sin vosotros, los madrileños, que habéis asumido estas políticas no sólo como una norma, sino como un estilo de vida", ha resaltado.

"El reto es seguir mejorando"

Además, por segundo año consecutivo, en 2023 no se activó el Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno. El Protocolo por contaminación se activó por última vez en 2021 en dos ocasiones durante siete días, en 2020 durante tres días y en 2019 durante catorce. 2017 fue el año en el que más veces estuvo activo, con siete episodios que se alargaron durante 43 días. Madrid ha cumplido también por cuarto año consecutivo con el Valor Límite Horario (VLH) de dióxido de nitrógeno que establece la normativa europea, y lo ha hecho con valores horarios máximos menos elevados en conjunto respecto a cualquier otro ejercicio.

Desde el Ayuntamiento de Madrid valoran positivamente los datos de 2023, recordando que la calidad del aire se traducen en una reducción de los riesgos para la salud de los ciudadanos, sobre todo de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores, los niños y las personas con patologías respiratorias. "Y mirando hacia 2024", ha añadido Almeida, "el reto es seguir mejorando".