Lo que se creía que era un saludo muy personal entre el rey emérito y su hija predilecta, Elena, con juego de manos y señal de la Cruz incorporadas, es, al parecer, una práctica común en la familia real española.

Así lo demuestra este vídeo de la infanta Cristina con su hijo Pablo, en que vienen a hacer prácticamente lo mismo que Juan Carlos y si hija mayor: la cruz en la frente y rápido juego de manos, además de afectuosos besos.

La experiodista de TVE Carmen Enríquez, que hace una década larga seguía a la familia real en sus viajes y es una experta en asuntos de la corona, ha desvelado que este gesto es "es una bendición de deseo de protección que se hace a las personas que viajan mucho, como es el caso del emérito".

Se entiende también como una señal de compenetración. Queda por saber si otros integrantes de la familia real, como Felipe y Letizia, sus hijas, y también la reina Sofía, participan de este modo tan original de prodigarse afecto y amor.