La infanta Elena está de cumpleaños y ha querido compartir este día tan especial con gran parte de su familia. El lugar elegido para reunir a todos sus invitados —entre los que destacaron los reyes Felipe y Letizia y los eméritos Juan Carlos y Sofía— ha sido un prestigioso y novedoso restaurante de Madrid. Se llama Pabú y está situado en el céntrico distrito de Chamartín.
El local, que se encuentra en el número 4 de la calle Panamá, acogió a varios miembros de la familia Borbón y Grecia. Hubo algunas ausencias, como Leonor, Sofía y Miguel Urdangarín. Aun así, al almuerzo acudieron la infanta Cristina —junto a tres de sus hijos—, Irene de Grecia, la princesa Alexia y la infanta Margarita con su marido Carlos Zurita. Los asistentes pudieron disfrutar de la cocina de Coco Montes.
Así es Pabú, un restaurante sin menú
Pabú abrió sus puertas este otoño en la capital. La inauguración oficial fue el pasado 2 de noviembre y su intención es revolucionar la gastronomía madrileña tradicional. En los fogones está el chef Coco Montes, cuya filosofía se basa en la cocina de 'microtemporada'.
Esta propuesta culinaria se ve reflejada día a día, pues una de las grandes sorpresas de Pabú es que no tiene menú. Cada día se cocinan diferentes platos, que varían en función de la disponibilidad de los productos. La materia prima depende de lo recolectado por el chef en un huerto de Miraflores o de lo que compre en el mercado de Chamartín esa misma mañana.
El local, que está a pocos metros del reformado estadio Bernabéu, cuenta con un aforo limitado a 35 personas. Cada día, los comensales pueden probar alguno de los dos menús degustación que ofrece: Pate, con siete principales por 150 euros; y Bubú, con cinco principales por 110 euros.
Su familia presente en el restaurante
Pabú no es un nombre al azar y guarda un bonito significado para Coco Montes. Se trata de un juego de palabras: la unión de los nombres de sus sobrinos y de sus abuelos. Además, el logo es creación de uno de sus sobrinos, que tiene 5 años.
Su familia está presente en otras partes del restaurante, no solo en su nombre y su logo. Los grandes protagonistas de la decoración del lugar, que mantiene una línea vintage gracias al mobiliario conseguido en subastas, son las obras de arte moderno de familiares y amigos del propietario.
Además, una de las cosas que llaman la atención de los comensales es que pueden ver cómo se trabaja dentro de las cocinas, ya que está separada del salón principal por unos cristales, así como las de la planta baja, ya que en el recibidor el suelo es acristalado.
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