Los fondos económicos necesarios para responder a las necesidades humanitarias en el mundo alcanzaron en 2022 una cota sin precedentes, pero aunque la ayuda humanitaria global aumentó en 10.000 millones de dólares (un 27%) ese año, la magnitud de las necesidades hizo que el déficit en la financiación alcanzara un máximo histórico de 22.100 millones de dólares, que solo se cubriera el 58% de los llamamientos lanzados a nivel mundial y que alrededor de un tercio recibieran el 50% o menos de la financiación solicitada.
Lo refleja así el último informe de Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) sobre la evolución de las cuestiones humanitarias.
"Asistimos a un panorama que nos muestra un sistema sometido a una inmensa presión para seguir el ritmo de unas demandas cada vez mayores", ha asegurado en su presentación, este lunes, Francisco Rey, codirector del IECAH. A juicio de MSF "el sistema humanitario internacional necesita acelerar las reformas y salir de la parálisis".
Los dos años que se analizan en el estudio (2022 y 2023) han venido marcados por la guerra en Ucrania, por el estallido de violencia entre Hamás y la Yihad e Israel, y por el incremento de los desastres y sus consecuencias humanitarias: inundaciones en Pakistán y Libia, incendios en diversas partes del mundo y los terremotos de Turquía, Marruecos o Afganistán.
La demanda de asistencia humanitaria aumentó más que nunca en 2022. Así, el número de personas en situación de necesidad de asistencia humanitaria fue de 406,6 millones en 82 países. Solo el número de personas desplazadas alcanzó en 2022 los 107,5 millones, cifras principalmente motivadas por la invasión de Ucrania, además del aumento en desplazamientos internos en Somalia y Myanmar.
La concentración de la ayuda en un número reducido de crisis continuó siendo la norma: 10 crisis recibieron casi dos tercios de toda la ayuda humanitaria internacional, siendo Ucrania el principal receptor (con 4.400 millones de dólares) y Afganistán el segundo con 3.900 millones.
"Los dobles raseros"
El informe de Médicos sin Fronteras denuncia los "dobles raseros" aplicados a situaciones de crisis a las que apenas se responde, en relación con la masiva movilización en la guerra en Ucrania. Y opina que recientemente, la ONU ha perdido peso "como legítimo representante de la comunidad internacional y capacidad para hacer frente a los problemas actuales", y que sufre "un profundo desajuste disfuncional".
Los autores ponen de relieve la diferencia de la respuesta dada por la UE a Ucrania, "activando directivas que han permitido una pronta y eficaz ayuda a ese amplio colectivo de personas refugiadas ucranianas, en claro contraste con tantos otros ejemplos de pasividad u olvido, cuando han sido otras las personas afectadas por circunstancias similares".
Otro grave problema señalado son las cifras relativas a la inseguridad alimentaria severa continuaron creciendo y son ya 265,7 millones de personas de 60 países las que afrontan esta situación, más del doble del número de personas que la sufrían antes de la pandemia de covid. Y destaca que las respuestas en materia de desnutrición y salud han sido especialmente difíciles en contextos de gran inseguridad, como Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.
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