Consumir menos energía eléctrica tiene ventajas medioambientales, pero también económicas, algo muy relevante teniendo en cuenta los difíciles momentos actuales. Bajo esta premisa, el Ayuntamiento ha iniciado la sustitución de todas las farolas de la ciudad. El concejal de Infraestructuras, Pedro García, calcula que «en tres años como máximo» se habrán cambiado todas las luminarias de la capital.

La variación consiste, principalmente, en quitar las lámparas de vapor de mercurio y colocar, en su lugar, otras de vapor de sodio. El edil informa de que este tipo de bombillas permite un ahorro energético del 33% en relación a los equipos habituales, todo ello sin perder intensidad de luz.

Junto al recorte en el gasto de electricidad, el Gobierno municipal logrará, gracias a este proyecto, reducir su factura de la luz, que en 2008 ascendió a tres millones de euros. García indica que, una vez que esté cambiado todo el alumbrado, el ahorro será de un millón de euros, «un dinero se que podrá destinar a otras inversiones».

Primeros barrios

El 35% de los barrios de Córdoba ya cuentan con este nuevo sistema de iluminación. Actualmente, se están ejecutando las obras para cambiar las luminarias en varias zonas, como es el caso de Campo Madre de Dios, Cañero y San Pedro. En los próximos meses se actuará en Santa Marina y la plaza de la Constitución, entre otras zonas.

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