Radiografía de las gasolineras 'low cost' en España tras la operación Ballenoil: quién domina el mercado y qué precios ofrecen

Expectación en el mercado de las gasolineras
Expectación en el mercado de las gasolineras
Carlos Gámez
Expectación en el mercado de las gasolineras

La reciente adquisición por parte de Cepsa de la red de estaciones de servicio de Ballenoil, compañía de referencia en el mercado de las denominadas gasolineras low cost en España, ha generado una enorme expectación en el sector. 

El movimiento estratégico de la que fuese primera compañía petrolera privada española forma parte de un plan de expansión que contempla la apertura de 270 nuevos puntos de venta de Ballenoil hasta 2027, según ha informado la propia energética. En la actualidad, la empresa de gasolineras automáticas cuenta con 220 establecimientos, por lo que en 2027 rondará las 500. 

De esta forma, Cepsa, con unas 2.000 estaciones de servicio en el mercado ibérico -unas 1.500 de ellas en España-, se consolida como el segundo operador del mercado nacional, tan solo por detrás de Repsol, que suma más de 3.300 puntos de venta, y entra de lleno en el competitivo mercado de las gasolineras de bajo coste con una marca reconocida. 

Según los último datos de la Memoria Anual de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), a la conclusión del año 2022, en España había 12.084 gasolineras, cifra récord hasta la fecha, de las cuales casi la mitad entrarían dentro de la categoría de bajo coste. 

Esta cifra deja claro el crecimiento que han experimentado estos negocios en su modalidad low cost en la última década, donde han pasado de las 3.248 que había en el año 2012 hasta las 5.355 de 2022, lo que supone un aumento del 64,8%.

Gasolinera Plenoil Meaño (Pontevedra)
Gasolinera Plenoil.
PLENOIL

De Ballenoil a los supermercados E. Leclerc

En este segmento, no obstante, destacan, por un lado, las estaciones de servicio de bajo coste tradicionales como Plenoil, Petroprix y la mencionada Ballenoil. Esta última, con sede en la localidad madrileña de Alcobendas, fue fundada en 2010 por David Querejeta -dueño de la empresa de autolavado de coches la Ballena Azul- y Juan Sanz. Tiene 220 estaciones de servicio y su facturación en 2022 fue de 614 millones de euros. 

Plenoil, por su parte, es el primer operador de gasolina por facturación y en 2022 logró ingresar 965 millones de euros. Su modelo de negocio es distinto al de Ballenoil. "Ballenoil es una compañía que está basada en un modelo de coinversión y Plenoil está verticalizada, de tal modo que la gestión descansa sobre la matriz", ha explicado en Cinco Días José Rodríguez de Arellano, consejero delegado de Plenoil. En la actualidad tiene algo más 200 estaciones de servicio repartidas por España, pero su objetivo es abrir en torno a 300 nuevos puntos de ventas en los próximos cuatro años.  

Por último, Petroprix, empresa de Jaén que se creó en 2013, cuenta con unas 150 estaciones de servicio y facturó en 2022 más de 700 millones de euros. La compañía anunció el pasado mes de septiembre la apertura de su primera estación de autoservicio en Portugal a finales de este año y su intención de expansión también a Chile y Panamá. 

La otra pata de las low cost son las gasolineras que pertenecen a grandes cadenas de supermercados, como son Carrefour, con enorme protagonismo gracias a sus casi 150 estaciones de servicio, Alcampo (50) y E. Leclerc (25). 

Estación de servicio de Petroprix.
Estación de servicio de Petroprix.
Petroprix

El incremento del precio del combustible derivado de la guerra de Ucrania y el contexto inflacionista actual hacen que cada vez más los conductores acudan a estos negocios a llenar los tanques de sus vehículos atraídos por un mejor precio.

El ahorro medio estimado entre repostar en una estación barata y hacerlo en una tradicional ronda el 10%, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En términos absolutos, los cálculos de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE) estiman el ahorro en unos 300 euros al año.

¿Por qué son más baratas?

Muchos conductores se preguntan cuál es la razón de que este tipo de estaciones de servicio puedan ofrecer precios más económicos que las gasolineras tradicionales. El motivo es sencillo: este negocio tiene una estructura de costes menor. Se trata de un modelo basado en vender con menos margen, pero vender mucho.

Por ejemplo, el repostaje tienes que hacerlo y pagarlo tú mismo y no hay tiendas ni cafeterías, con lo que se ahorra gasto de personal y mantenimiento. También su tamaño es menor: una gasolinera automática suele tener unos 600 metros cuadrados, mientras que una tradicional puede estar entre los 1.000 y los 2.000.

Por otro lado, una de las críticas más habituales que se hace de estos negocios es que la calidad de su producto es inferior que al de una gasolinera tradicional. La realidad es que el combustible es el mismo, proporcionado por Exolum, la antigua Compañía Logística de Hidrocarburos, aunque es cierto que las estaciones de servicio tradicionales ofrecen mayor calidad gracias debido al uso de aditivos especiales que se incorporan al combustible de calidad base.

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), que grupa a compañías como BP, Cepsa o Repsol, siempre ha defendido que estos añadido reducen el consumo y mejoran la lubricidad del motor, alargando la vida del mismo y reduciendo las emisiones de CO2. La organización asegura que con estos combustibles de mejor calidad se puede obtener un ahorro de entre un 3 y un 4%.

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