Paralizado el desahucio de Blanca, la mujer de 78 años que puede perder la casa donde vive desde hace 50 años

Blanca, la mujer de 78 años que puede perder la casa donde vive desde hace 50 años.
Blanca, la mujer de 78 años que puede perder la casa donde vive desde hace 50 años.
Blanca, la mujer de 78 años que puede perder la casa donde vive desde hace 50 años.
Blanca, la mujer de 78 años que puede perder la casa donde vive desde hace 50 años.
MIQUEL TAVERNA

Un centenar de vecinos y entidades sociales han conseguido paralizar el desahucio de Blanca, una vecina de 78 años del barrio Gótico de Barcelona que vive en la vivienda desde 1968. Ahora, está programado para el próximo 20 de diciembre. La propietaria del inmueble acusaba a Blanca de no pagar 88 euros tras unas obras y por ello, acudió a la justicia para pedir una orden de desahucio. Allí le dieron la razón y se programó para este miércoles.

Sin embargo, la resistencia de la propia Blanca y la de sus vecinos han evitado el desalojo y han conseguido, cinco horas después, que la propiedad haya aceptado negociar un alquiler a precio de mercado. “Es una victoria de la calle”, han dicho desde la asociación de viviendas Resistim al Gòtic.

Las partes han establecido un período de 15 días para negociar un alquiler asequible después de que la propiedad haya querido firmar un nuevo contrato este miércoles en el que le pedía a la mujer 1.200 euros mensuales. Desde Resistim al Gòtic han informado que se han negado a firmar ese contrato, puesto que Blanca vive desde hace décadas en el piso con un contrato de renta antigua con el cual pagaba hasta ahora 280 euros al mes.

La mujer estaba en riesgo de ser desahuciada de la casa en la que vive después de que la propietaria, que se dedica al alquiler de pisos turísticos, le haya llevado a tribunales por una deuda inicial de 88 euros, ahora de 177.

Así lo ha explicado el portavoz de la organización Resistim Gòtic Daniel Pardo, en la concentración organizada por esta entidad para tratar de impedir el desahucio previsto para este miércoles.

Según ha explicado Pardo, se trata de un caso "especialmente injusto" porque la inquilina, Blanca, tiene un contrato de renta antigua y el "único interés" de la propietaria es "echarla para alquilarlo a un precio más alto", pues según Resistim Gòtic se dedica al alquiler por temporadas, es decir, para el turismo.

Pardo ha explicado que la propietaria jugó "una triquiñuela" a Blanca cuando compró todo el inmueble en 2010: "Hizo unas obras en el piso, además mal hechas, y le pasó a Blanca una factura de 88 euros, pero la anciana no se enteró", ha relatado. Esta deuda se ha incrementado a 177 euros.

En lugar de intentar cobrar este importe en primera instancia, la propietaria acudió a los tribunales para lograr que le autorizaran un desahucio.

La comitiva judicial que ha acudido para el desahucio -no han aparecido fuerzas de seguridad- ha estado negociando con los mediadores municipales para ver cómo resolver el problema.

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