La nave de Pajes Mágicos, situada en el Polígono de Ventorro del Cano, en Alcorcón, alberga varios centenares de juguetes todavía desordenados, pendientes de ser clasificados. "Estas son algunas donaciones", cuenta a 20minutos Eva de la Fuente, fundadora y presidenta de la ONG, quien sostiene que pronto serán muchos más los juegos y peluches allí presentes. "Todos los años se llena tanto de juguetes que no podemos casi caminar", dice.
Nacida en 2016, Pajes Mágicos es una ONG madrileña que reúne a personas anónimas que quieran comprar un juguete nuevo a un niño en riego de exclusión social. "Trabajamos con varias asociaciones que piden que los niños escriban una carta a los Reyes Magos y asignamos un 'paje' a cada uno de ellos para que reciban el regalo que justo ellos quieren", cuenta de la Fuente.
"Yo soy voluntaria desde hace un montón de años", confiesa Eva. "Colaboraba con otra asociación que enviaba juguetes de segunda mano a las familias más necesitadas. Nos encontramos con una niña de Sevilla que quería un carrito de muñecas; llevaba tres años pidiéndolo y los Reyes Magos no se lo traían", explica. Así, decidió tomar medidas en el asunto: "Yo soy madre, organizo Reyes Magos en mi casa, y no podía pensar que ese día esa niña se levantara sin el regalo que quería. Entonces, compré el carrito".
Tras esa gratificante primera experiencia con la niña sevillana, Eva de la Fuente decidió proseguir la acción: "Se me ocurrió intentarlo el año siguiente a mayor escala: buscar gente que quisiera hacer un regalo concreto a un niño en riesgo de exclusión". Porque, denuncia Eva, el problema de muchas asociaciones que recogen juguetes es que "son de segunda mano, lo que toque, cualquier cosa". "El primer año conseguimos hacer regalos a 75 niños. El siguiente a 700, después a 950, 1.200, 1.900 y el año pasado a 2.400", explica.
"Varios amigos que trabajan en el tema de empresas quedan alucinados con el crecimiento que tenemos, pero esperamos no subir mucho más", dice de la Fuente. "Vamos muy, muy al límite; solamente venimos a la nave los sábados y domingos".
La nave, una suerte de taller de Papá Noel repleta de juguetes y de movimiento, se ha llenado de varios voluntarios, que han acudido al polígono industrial para organizar y envolver muñecos. "Llevo tres años colaborando con Pajes Mágicos", dice a 20minutos Yolanda Carballo, una voluntaria que trata de embalar una pequeña pista de coches de plástico. "Traigo a mi cuñada, mi hermana y mi sobrina, esto es reconfortante. Te pegas una paliza, te ensucias, pero merece la pena", admite.
La magia y el espíritu de la Navidad tienen mucha importancia para Pajes Mágicos. "Para los niños, somos los ayudantes de los Reyes Magos", dice Lydia Nieto, socia de Eva. "En una noche tan mágica, cerrábamos los ojos de pequeñas y soñábamos con tres señores volando por el cielo en sus camellos y que entraban por la ventana de nuestras casas para dejarnos juguetes. Sin embargo, eso no sucede con todos los niños", cuenta emocionada. En su voz se puede apreciar un marcado espíritu navideño, la profunda convicción de que estas fechas se tratan de algo especial y único.
"Eso es lo más importante de todo", sentencia Eva. "Estos pequeños acaban recibiendo el regalo que siempre han querido; ese es el paso que quisimos dar. Es una auténtica locura, pero nos llena muchísimo. Acabamos agotadas y reventadas, trabajamos a lo bestia durante dos meses, pero es totalmente gratificante".
Si una persona se quisiera unir a esta sección de sus Majestades de Oriente, "debe mandar un correo electrónico a pajesmagicos@gmail.com o llamar por teléfono al 674038895", informa Eva de la Fuente. "Nuestro paje mágico no va a tener los datos detallados del niño, solamente un nombre, una edad y el juguete que ha pedido. Hacemos el cruce de datos y se produce la magia".
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