Limpiezas de cutis, cremas exfoliantes o mascarillas tratantes son palabras que ya se han incorporado al vocabulario masculino en los últimos años.

Así empiezan

Los bálsamos para después del afeitado y las colonias siguen siendo la puerta principal de entrada al mercado cosmético para el hombre. Una vez dentro, las posibilidades para el público masculino son cada vez mayores.

Y las firmas cosméticas, tan contentas con sus nuevos clientes. Las marcas han diseñado líneas específicas para el hombre en los últimos años, explica Arturo Alonso, del departamento de cosmética de El Corte Inglés. Por eso, aunque la mayoría de ellos comienza probando las cremas de su novia, mujer, hermana o madre, pronto encuentran un tratamiento singular de acuerdo a sus necesidades.

Productos estrella

Hidratantes, cremas antiarrugas y tratamientos para el contorno de ojos son los productos más demandados, según explican en la perfumería Unibel. Junto con ellos, permanecen los dos clásicos: el aftershave y la colonia, aunque algunos hombres ya comienzan a llamarla fragancia.

El poder adquisitivo es otro de los factores que determinan el perfil del comprador. Los hombres con unos ingresos económicos estables son más fieles a los productos de cosmética.

Pero la preocupación por el físico no se queda en cremas y perfumes, tampoco en el caso de los hombres. Cada vez son más los que acuden a peluquerías especializadas y a centros de estética para relajarse con un masaje o realizarse una limpieza de cutis.

En alguno de los centros que la cadena Icaria tiene en la ciudad, acuden casi tantos hombres como mujeres, a pesar de que ellos tienen menos costumbre. Los más jóvenes se apuntan cada vez más a la depilación, mientras que los solarios acogen a hombres de hasta 70 años.

Más mujeres en los gimnasios

Si los hombres se apuntan a conductas que se consideraban propias de mujeres, ellas también se apuntan a actividades masculinas. La presencia femenina en los gimnasios ha trascendido de las clases de aeróbic para probar otras actividades como la musculación. En el gimnasio Sprint, por ejemplo, las mujeres casi igualan a los hombres en la sala de pesas.