David Moreno Sáenz Colaborador '20minutos'
OPINIÓN

Ídolos de carne y hueso

La cantante, durante su actuación en los premios MTV Music 1990.
Madonna, en su actuación de los premios MTV Music 1990.
Ke.Mazur/WireImage/Getty Images
La cantante, durante su actuación en los premios MTV Music 1990.

En los últimos siete días he podido compartir espacio y oxígeno con algunas de las personas que más admiro del mundo del espectáculo. 

Ver a la indiscutible reina del pop en directo, en Barcelona y a menos de diez metros de distancia ha sido épico. Una experiencia que trasciende lo religioso y que va más allá de lo espectacular. Historia viva de la música, ejemplo de superación y reinvención. Un icono que ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a seguir adelante y a vencer las barreras de la sexualidad, enfermedad, religión o raza. ¡Hay mucho que celebrar!

Madonna ha pasado por todo: Ha subido y bajado. Ha batallado y vencido. Está festejando 40 años de carrera y aún así aguanta que algunos la critiquen por su físico. Ella, que trasciende generaciones, creo que no tiene en la sociedad el lugar que le corresponde como activista, salvadora y política.

También he estado con Geri Halliwell, la pelirroja de las Spice Girls. La he visto en la firma de libros de Rosie Frost, su nueva novela y, significando lo que significa para mi yo de diez años, he descubierto a alguien frágil que publica libros para niños a sabiendas de que los compran fans cuarentañeros. Se deja el lomo, y los músculos faciales que generan las sonrisas, por contentar a quienes pagan diez euros por su texto encuadernado: Adorable.

Además, paseando por Londres, la decoración de Halloween de una casa me llamó la atención y al mirar por la ventana allí estaba ella: Victoria Beckham en su vivienda de Kensington, en su día a día como un mortal más.

Reflexiono sobre nuestros ídolos, me pongo en su lugar, me compadezco y veo que, más allá del brillo y el dinero, todos tenemos pellejos que nos cuelgan, a veces sonreímos por obligación y anhelamos una vida normal (preferiblemente en una casa de lujo en el centro de Londres). ¿Acaso pensabais que ellos no van al baño a hacer número dos?

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