El gimnasio social Sant Pau de Barcelona ha creado una caja de resistencia para la que pide donaciones, con el objetivo de poder mantener abierto el servicio de duchas que ofrece a personas sin hogar. La entidad necesita reunir de forma urgente 9.775 euros y se compromete a devolver el dinero.

La medida llega después de que los responsables del gimnasio avisaran la semana pasada del riesgo de tener que cerrar las duchas por el retraso en el cobro de los 200.000 euros de ayuda que les había concedido el Instituto Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento. Ahora aseguran que una vez obtengan esta subvención, retornarán el dinero que recauden con las donaciones.

Con los 9.775 euros que piden, explican, pagarán parte de las nóminas de los trabajadores y la Seguridad Social, y así podrán seguir dando servicio a las más de 200 personas que pasan semanalmente por el local para ducharse.

La entidad denunció la semana pasada que el Ayuntamiento "se había comprometido de forma reiterada a pagar antes de finales de septiembre". También contó que desde el 1 de enero siguen adelante con sus actividades mediante fondos propios, el sueldo de algunos trabajadores y la acumulación de deudas a varios proveedores. "No tenemos más recursos", aseguró uno de los responsables.

Desde el consistorio explicaron que hace dos semanas acabaron de reunir toda la documentación necesaria para tramitar el pago de la ayuda, y que el proceso se encuentra en fase de fiscalización e intervención, por lo que próximamente pagarán.