Britney Spears deja en evidencia a Justin Timberlake por querer integrarse con artistas afroamericanos

Justin Timberlake y Britney Spears en febrero de 2002.
Justin Timberlake y Britney Spears en febrero de 2002.
Jeff Kravitz / Getty
Justin Timberlake y Britney Spears en febrero de 2002.

Desde que este martes saliese a la luz en el mercado anglosajón —a España llegará este próximo jueves— The Woman in Me, la autobiografía que ha escrito Britney Spears, la cantidad de revelaciones y secretos sobre su vida no han hecho más que ocupar las noticias. Y hay quienes salen muy mal parados en ellas. Por ahora, en especial, Justin Timberlake.

Si ya de por sí el cantante se había tenido que "refugiar en su familia", como explicó alguien de su círculo cercano, debido a algunos de los pasajes de las memorias de la Princesa del Pop, en especial las referidas a su aborto, ahora hay un nuevo incidente que no dejar en demasiado buen lugar al cantante.

Y es que, durante su relación, Britney Spears se dio cuenta de que Justin Timberlake quería desesperadamente ser aceptado e integrarse entre los artistas afroamericanos, sobre todo porque su grupo, NSYNC, hacían un tipo de música como boy band que jugaba bastante a ser un hip-hop para personas blancas, lo que a día de hoy está peor visto que entonces, cuando triunfaron.

De hecho, la cantante de Toxic o Womanizer recuerda un momento concreto en el que se dio cuenta de lo que intentaba su pareja, con quien estuvo saliendo entre 1999 y 2002. "Su banda, NSYNC, era lo que entonces se conocía como un grupo de 'tíos guays'", comienza su relato Britney.

"Eran todos hombres blancos, pero les encantaba el hip-hop", señala, haciendo una diferenciación porque dicho movimiento cultural había sido creado por afroamericanos —si bien luego se extendería también a latinoamericanos de barrios como el Bronx neoyorquino—. "Para mí, eso era lo que los diferenciaba de los Backstreet Boys, quienes parecían muy conscientes de su posición como un grupo formado por hombres blancos", reconoce la cantante.

"NSYNC siempre salía con artistas negros. A veces pensaba que se estaban esforzando demasiado por querer encajar", agrega Britney, que a continuación ilustra lo que cuenta con una anécdota de ella y Justin [a quien llama únicamente 'J'] con el cantante Ginuwine, muy conocido entonces por su canción Pony.

"Un día, J y yo estábamos en Nueva York, yendo a una partede la ciudad en la que nunca había estado antes. Caminando hacia nosotros venía un tipo con un enorme y resplandeciente medallón. Y estaba flanqueado por dos guardaespaldas gigantes", explica la cantante, que a continuación cita textualmente a su entonces pareja.

"J se emocionó muchísimo y gritó en voz muy alta: '¡Oh, sí, joder, joder! ¡Ginuwiiiine! ¿Qué te cuentas, colega?'", rememora Britney, que no omite que Timberlake utilizó entonces jerga de la que se hablaba entre afroamericanos ["Oh yeah, fo' shiz, fo' shiz! Ginuwiiiine! What’s up, homie?" es la frase original].

Por ahora, el representante de Justin Timberlake ha preferido no hacer comentarios, si bien las redes han dejado claro que les parece "horrible" el extraño intento de apropiación cultural para encajar de un hombre blanco y rico en una escena cultural nacida precisamente de en los barrios menos pudientes.

Además, se ha hecho viral la parte del audiolibro en la que se narra dicha escena, dado que la encargada de ponerle voz a La mujer que soy en versión original es la actriz Michelle Williams, cinco veces nominada al Oscar. "Quiero ponérmelo de tono de llamada", han llegado a decir.

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